Se nos acaba la semana... Por fin es viernes! Y para acabar nada mejor que unas magdalenas caseras que podemos preparar durante el fin de semana.
Es una receta básica, sin aditivos de ningún tipo. Magdalenas tal cual! Y es que aunque las variantes de este delicioso bollo me encantan, disfruto mucho con las magdalenas de toda la vida.
A mí las magdalenas me recuerdan a la infancia. Las he comido de varias formas: alargadas, redondas, cuadradas, grandes, pequeñas... Y con algunas variantes: con azúcar por encima, con piñones, con chocolate.... Y siempre me han encantado.
Ahora le he pasado el relevo a mi hija. De todos los dulces que he hecho para el blog (y los que he hecho que no he publicado), lo que más le ha gustado son las magdalenas; bueno, a parte las galletas de chocolate con M&M's, pero eso es otra historia.
Lo más importante de esta receta es que los ingredientes sean buenos y batir mucho. La gran mayoría disponemos de algún tipo de batidora en casa por lo que no se sufren en carne propia los minutos de batido. Eso sí, mientras las hacía llegué a pensar que antaño las mujeres debían tener brazos de camionero, o de descargador de muelles, porque no me imagino batiendo a mano la masa de las magdalenas durante tanto rato (y esto es sólo un ejemplo, hay muchas más recetas que requieren minutos de batir).
La otra cuestión importante de esta receta es el tiempo de reposo en nevera. Cuantas más horas repose, más fría y más copete hacen. De hecho yo siempre preparo la masa por la tarde y horneo al día siguiente por la mañana. El contraste de frío con el calor del horno es lo que hace que se forme un buen copete. Y no es que las de la foto sean una gran muestra representativa, pues otras veces me han subido más.
Id sacando la batidora que seguro que esta receta os va a parecer muy fácil y vais a querer prepararla este fin de semana, que con el frío apetece encender el horno.
A por la receta!!!
Ingredientes:
- 125 gr de huevo
- 175 gr de azúcar
- 60 ml de leche
- 190 ml de aceite de girasol (puedes poner de oliva)
- 210 gr de harina
- 5 gr de impulsor químico (Royal)
- 1 cucharadita (de las de moka) de canela
- La ralladura de 1 limón
- Una pizca de sal
Preparación:
- Ponemos los huevos y el azúcar en la batidora y los batimos hasta que blanqueen y estén esponjosos.
- Añadimos la leche y el aceite en forma de hilo, sin parar de batir.
- Tamizamos la harina con el impulsor, la canela y la sal y la vamos añadiendo a la masa poco a poco y sin dejar de batir. Por último echamos la ralladura de limón.
- Ahora subimos la velocidad de nuestra batidora a alto y batimos durante tres minutos.
- Dejamos reposar la masa en la nevera como mínimo una hora, pero es mucho mejor dejarla toda la noche.
- Precalentamos el horno a 250º C.
- Repartimos la masa en cápsulas de magdalenas (sólo rellenamos 3/4 partes de la cápsula. No ha de llegar hasta el borde o desbordarán) y las horneamos a 210º C unos 15 minutos.
- Las sacamos del horno y las dejamos reposar 5 minutos en el molde. Luego las pasamos a una rejilla y dejamos enfriar completamente.
Anotaciones:
- Es muy importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
- Añadir un poco de sal a la masa realza su sabor.
- Con el aceite de oliva las magdalenas quedan más ligeras y esponjosas.
- Hay que batir mucho la masa para para introducir el máximo de aire posible. De esta forma conseguimos que la masa quede más esponjosa.
- Lo ideal es que la masa repose en la nevera antes del horneado ya que el contraste frío-calor hace que la masa suba más.
- Durante el horneado no se ha de abrir el horno o las magdalenas se hundirán totalmente.
Qué aproveche!!!
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