Maravilloso contraste de sabores, ideal para alguna
ocasión especial
INGREDIENTES (4 personas)
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Pechugas de pato: 2
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Cebolla: 2
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Pasas: 100
gr
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Vino blanco: 200 ml
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Aceite
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Sal
PREPARACIÓN
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Hacemos unos cortes
cuadrados en la parte de la piel hasta llegar a la grasa, las cortamos por la
mitad y las colocamos en una sartén sin aceite a fuego medio-alto con la parte
de la piel para abajo (así la pechuga suelta su grasa) sellamos todos los lados
hasta dorarlos, reservamos.
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Pelamos y cortamos
la cebolla en juliana fina, la rehogamos a fuego flojo con un poco de sal hasta
que esté bien blanda (tardará unos 30-40 minutos), es preferible que quede un
poco salada ya que la carne no va a llevar sal.
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En otra sartén
rehidratamos las pasas con el vino blanco a fuego flojo hasta que reduzca el
vino.
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Entretanto vamos poniendo
los trozos de Magret en una fuente de horno con su grasa, metemos en el horno
precalentado unos 10-12 minutos, yo personalmente prefiero 12 minutos pero a
quien le guste menos hecho será suficiente con 10.
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Servimos la carne junto
con la cebolla y las pasas y ya solo queda disfrutar de este maravilloso
contraste de sabores.