Todo estaba dispuesto en Manchester para pisar el 2012 con un primer paso ideal. El United había perdido, y al City con un empate le alcanzaba para ser el único líder. Contra un equipo que pelea por salir de las últimas posiciones de la tabla, Mancini y compañía se relamían saboreando la punta.
Con Silva en el banco, el partido se dio de ida y vuelta. El Manchester no pudo atravesar la defensa del Sunderland que esperaba bien cerrado en última línea para salir de contra con los aviones que tiene por los costados. El primer tiempo fue entretenido, pero sin situaciones demasiado claras de gol, con un tibio dominio de los celestes que llegaban hasta 3/4 rival y una vez en el área les era imposible encontrar espacios o ventajas de la defensa.
Tras el cero en el primer tiempo, Mancini decidió probar con Silva a partir de los 10 minutos del segundo tiempo. Y la cosa mejoró. El Manchester empezó a jugar al ritmo del español que no erró un pase, controló la pelota con toque y movilidad, probó con centros que siempre eran despejados por los buenos centrales del Sunderland, probó de media distancia siendo Silva el más peligroso con dos tiros que por poco no terminaron en gol, probó con desbordes que muchas veces fueron interceptados por los defensores y volantes contrarios, e intentó entrar tocando con los pases excepcionales de Silva. Nada funcionó.
Cuando el partido promediaba y se cumplían los 45 minutos, cuando el Manchester era el único equipo en el campo desde la entrada de la gran figura del equipo, cuando el Sunderland sólo había encontrado una ocasión de gol en todo el segundo tiempo y el Manchester de la mano de Silva lo tenía arrinconado, cuando los celestes perdieron la paciencia, se olvidaron de jugar en equipo, y cada uno por las suyas decidió encontrar la victoria mediante caprichosas jugadas individuales que terminaban en el rechazo de los contrarios, sucedió lo inesperado. Una contra del Sunderland que al cumplirse los tres minutos agregados terminó en gol.
Adiós primer paso feliz en este 2012 para el City, adiós esperanza de liderato exclusivo, adiós todo. El 0 - 1 había dejado helados a los celestes que apenas tuvieron tiempo de sacar del medio antes que el conversador árbitro diera el pitido final.
El martes tendrá que vérselas con el Liverpool de Gerrard en una premier league que tiene a los dos equipos más grandes de la ciudad de Manchester como líderes de la tabla.