La actividad física gasta calorías además de beneficiar tu salud de muchas maneras. Hasta ahí, bien. Pero, muchas mujeres tienen miedo a iniciar una dieta y hacer ejercicio a la vez, ya que piensan que van a tener más hambre y no podrán reducir las calorías que comen. En realidad esto no es así, por lo menos no es tan exagerado, me explico…..
¿Hacer ejercicio da hambre?
Puede que cuando empiezas un programa de entrenamiento o cuando aumentas tu nivel de ejercicio, sientas un poquito más de hambre, pero, no la suficiente como para contrarrestar las calorías que quemas con la actividad. Al final, aunque tengas más apetito, acabarás gastando más de lo que comes, y en consecuencia perderás peso.
La motivación te quita el hambre
Un mecanismo por el cual el ejercicio te controla el apetito, es la motivación. Cuando haces ejercicio y te pones en forma, te sientes motivada a no arruinar todo el trabajo comiendo de más. Estás más en sintonía con tu cuerpo y serás más consciente de qué y cuánto comes.
La serotonina controla el apetito
Dirás “y eso qué tiene que ver con el ejercicio?” Pues que hacer ejercicio aumenta los niveles de serotonina, un neurotransmisor de “felicidad”. Y la serotonina juega un papel muy importante en el control del hambre en el cerebro.
¿Te parecen suficientes razones para hacer ejercicio a la vez que inicias una dieta de reducción?