Esta receta quizás sea de las primeras que aprendí ha hacer, me costo un poco cogerle el tranquillo pero ahora ya la hago con los ojos cerrados, no necesito medir ni dedicar un tiempo excesivo a hacerla, simplemente dispongo los ingredientes y en un periquete tengo el pollo preparado para meterlo en el horno. A Rodrigo le encanta esta receta, es fan de ella desde el primer día, casi me aventuro a decir que puede que sea uno de sus platos preferidos, y la verdad que este pollo, queda delicioso, crujiente, sabroso y ligeramente especiado lo que hace una delicia al paladar y las patatas que lo acompañan son tan deliciosas que te podrías alimentar un mes solo con ellas.
Ingredientes para 2 pax.-
2 Muslos de Pollo Enteros2 Patatas Medianas500 ml. de Agua1 hoja de Laurel1 Pastilla de caldo Maggy de polloSalPimienta NegraPerejilTomilloRomeroAceite de Oliva Virgen Extra
Preparación.-
Lo primero que tenemos que hacer es macerar el pollo para ello lo ponemos en una fuente para horno y le ponemos aceite de oliva a los muslos, a continuación los salpimentamos y añadimos las hierbas a nuestro gusto lo hacemos por los dos lados y tapamos con papel film y metemos en la nevera un par de horas.
Mientras el pollo se macera lo primero que hacemos es preparar el caldo del pollo para asarlo, ponemos el agua, con la pastilla de caldo, el laurel y Perejil Tomillo y Romero y llevamos a ebullición, cuando empiece a cocer le añadimos unas gotas de Aceite de Oliva, mantenemos hirviendo 5 min. y apagamos. Pelamos las patatas y las cortamos en cuadraditos y reservamos. Sacamos los muslo del frigorífico, quitamos el film y metemos en el horno, previamente precalentado, la piel de los muslos estará hacia abajo, hornearemos unos 35 min. a 180
ºCy pasado este tiempo los daremos la vuelta pondremos las patatas y volveremos a hornear mas o menos 30 min. o hasta que la piel este dorada, mientras horneamos el pollo iremos regando los muslos con el caldo que previamente habíamos preparado, eso si una vez pongamos la piel hacia arriba añadiremos caldo a la fuente pero no por encima de los muslos por que entonces la piel no quedaría crujiente.
Es una receta deliciosa, fácil y sencilla, las patas van cogiendo todo el sabor del pollo y del caldo y están deliciosas.