Cualquier recetario de postres que se precie tiene que tener una receta de natillas caseras, su sabor es un empujón hacia la infancia directo y sin piedad. Típica receta para niños desganados o salientes de una enfermedad, receta de mimos, en fin, una receta imprescindible. En mi casa se hacían las natillas con ayuda de los polvos para natillas "Pearce Duff" como en la mayoría de las casas canarias, otra influencia inglesa que nos ha quedado de recuerdo, pero no creas que se añadía la leche al preparado y listo, no. Los polvos sólo sustituían a la harina de maíz con el sabor a vainilla, que es lo que realmente son, el resto eran los ingredientes de las natillas auténticas, si bien la proporción de huevos que se añade es menor.
Ingredientes:
hierro para caramelizar
Las natillas con Pearce Duff llevan para 1/2 litro de leche, una cucharada sopera de Pearce Duff, una o dos yemas de huevo y de 6 a 8 cucharadas de azúcar, más canela en rama y en polvo y piel de limón (sólo la parte amarilla).Las de hoy llevan para 1/2 litro de leche, una cucharada sopera de Maizena, 4 yemas de huevo y 4 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de azúcar vainillado (esta vez añadí una cucharadita de pasta de vainilla), además de la canela y la piel de limón.
Para caramelizarlas se esparce azúcar por la superficie ya bien cuajada y se quema con un soplete.Esta versión caramelizada tiene de bueno que desaparece esa capa superficial de "nata" que a muchas personas les desagrada.



