INGREDIENTES
240 gr. de sémola de trigo duro.
100 gr. de puré de remolacha.
- Yo utilizo remolacha de la que venden ya cocida. Hacer el puré es tan sencillo como meter la remolacha (normalmente 1 remolacha pesa eso) y triturar en el robot de cocina hasta obtener como un puré espeso y sin grumos.
- Preparamos la pasta sustituyendo el huevo o el líquido por el puré de remolacha, que nos aportará, además del precioso color, la humedad que necesitamos.
- Sobre la superficie de trabajo formamos un volcán y en el centro colocamos el puré de remolacha. Podemos añadir un poco de sal para contrastar el dulzor, pero es totalmente prescindible. Amasamos hasta que la remolacha se integre por completo y tengamos una bola de masa homogénea, tanto de color como de textura. Tapamos y dejamos reposar unos 30 min.
- Ya tenemos lista nuestra pasta de remolacha para darle la forma que más nos guste. La trabajamos igual que la pasta normal y podemos hacer tagliatelle, ravioli, orecchiette...
PROBLEMAS QUE NOS PODEMOS ENCONTRAR AL HACER PASTA FRESCA DE REMOLACHA:
- La pasta no tiene suficiente color: Este es el motivo por que que no utilizo huevo, el huevo suma líquido a la masa con lo que esta acepta menos remolacha y el color se atenúa. También puede pasar si utilizamos el líquido en el que van las remolachas, que aporta poco tinte a la masa. Para hacerla solamente usaremos el puré de triturar la propia remolacha.
- Se ven trozos de remolacha en la masa: Esto es porque no hemos triturado bien, si al triturar queda algún trozo pequeño, durante el amasado se deshará, pero no es bueno que los trozos de puré sean muy grandes, ya que tardaremos mucho más en el amasado y puede quedar algún trozo suelto.
- La pasta queda muy blanda: Si nos pasa esto y estamos en la fase de amasado, podemos añadir un poco más de sémola de trigo duro o harina hasta que veamos que tiene la textura deseada. Si nos pilla en el estirado, pondremos la plancha a secar sobre un paño de cocina para que se seque un poco, ya sabéis que no soy muy fan de añadir harina en el estrado, ya que esta no se integra bien con la masa y crea una capa fina sobre esta que no dejará penetrar a la salsa de igual manera.
- La pasta queda muy seca. nos humedecemos un poco las manos y seguimos amasando, si ha quedado demasiado seca no nos servirá y tendremos que repetirla.
A pesar de todos los problemas que os acabo de explicar hacer pasta fresca de remolacha es muy fácil, eso sí, nos tendremo que lavar bien las manos, pues estas se tomarán un poco rosas después del amasado.
PASTA FRESCA DE REMOLACHA CON RICOTTA Y CRUJIENTE DE KALE:
INGREDIENTES:
200 gr. de pasta fresca de remolacha.1 Manojo de kale.100 gr. de queso ricotta.Un poco de pimentón.Una pizca de peperoncino.
- Preparamos la pasta cociendo en agua salada durante unos minutos, la sacamos un poquito al dente. Ponemos aceite vegetal en la sartén y calentamos.
- Troceamos y salpimentamos el kale, le añadimos el pimentón y el peperoncino y lo impregnamos bien. Lo freímos hasta que quede bastante crujiente. Sacamos y dejamos sobre papel absorbente.
- Escurrimos y mezclamos bien la pasta con el queso ricotta, salpimentamos. Servimos con el kale crujiente por encima.
Un plato sencillo en que que resaltamos el sabor de la remolacha que contrasta con el picante y al llevar solo el queso cremoso como salsa, no tapamos mucho su sabor.
Una pasta sana, sencilla y vegana, llena de color y de alegría. Si queréis un plato aún más llamativo podéis combinar esta pasta com pasta de espinacas, queda increíble os lo aseguro.