Patatas guisadas con costilla y alcachofas

Al margen de tanto dulce de hallowen que plagan la red, hoy me apunto a un buen plato de cuchara. Platos que tonifican y reconfortan. Y hoy además, como tenía alcachofas congeladas le añadí al guiso quedando este así más sabroso aún si cabe. Y como además libraba no las hice en la olla, cosa habitual en mi, las hice en cazuela, en abierto, para disfrutar de mi guiso.

Os acordáis de la expresión de antes, “me pone cuarto y mitad”? era muy común así como la de “mitad de cuarto”. Se empleaba mucho cuando íbamos a hacer la compra al mercado. Hoy estos términos van cayendo en desuso al proliferar los productos empaquetados en los supermercados. Yo sigo yendo al mercado a por la carne y el pescado pero ya no lo oigo mencionar. Que tiempos..

*Con estas cantidades sale para comer tres personas

*Las alcachofas congeladas no las había comprado nunca pero me han parecido una ventaja tenerlas en el congelador. Por supuesto se pueden poner frescas si es época

INGREDIENTES

-cuarto y mitad de costilla de cerdo cortado en trozos pequeños

-una zanahoria

-media cebolla

-un pimiento verde pequeño

-dos dientes de ajo medianos

-un puñado de guisantes

-seis o siete trozos de alcachofa congelada

-tres patatas medianas

-pimentón de la Vera

-dos hojas de laurel

-un chorrito de vino blanco

-perejil picado

-pimienta molida

-aceite de oliva y sal

PREPARACIÓN

En una cazuela mediana ponemos al fuego mediano cinco cucharadas de aceite de oliva a calentar. Cuando esté caliente ponemos a dorar los trozos de carne a los que les habremos puesto sal y pimienta molida.

Le damos unas vueltas hasta que estén bien doradas por todos lados. Mientras se dora iremos troceando las verduras.

Cuando  la carne esté dorada echamos la cebolla y el pimiento cortados en trocitos pequeños, la zanahoria en rodajas finas y los ajos picados.

Movemos todo bien con la cuchara de madera y lo dejamos rehogar todo unos tres minutos. Ahora ponemos los guisantes y los cuartos de alcachofa. Movemos otra vez, echamos un poco de sal  y lo dejamos otros tres o cuatro minutos moviendo de vez en cuando.

Mientras, vamos pelando las patatas y chascándolas en un plato. Las echamos en la cazuela junto con las hojas de laurel, movemos de nuevo y echamos media cucharadita de pimentón.

Movemos de nuevo todo bien y ahora echamos un chorrito de vino. Cubrimos el guiso con agua pero que se vean un poco las patatas y salamos. Ponemos perejil picado y dejamos que hierva.

A partir de ese momento, bajamos el fuego casi al mínimo pero que no deje de hervir y mantenemos el guiso tapado pero no del todo unos treinta minutos.

Servimos bien caliente.