Revista Cocina
Mi hija lleva pidiéndome que haga estas pechugas desde hace un montón de tiempo y nunca veía el momento de hacerlas, no es que sean un plato complicado, pero necesitas tiempo para hacerlas, yo me he animado para ir llenando el congelador de cosas que se puedan llevar ellos cuando vienen por casa.
Estas pechugas de pollo que os traigo hoy en realidad no son pechugas de pollo estilo villeroy, las pechugas de pollo Villeroy se cuecen en un caldo de verduras y luego se rebozan en la bechamel, pero la verdad es que me daba mucha pereza cocer las pechugas, quizás en otra ocasión haga la prueba y cambie alguna otra cosa.
La bechamel se suele poner sin nada más, y eso representaba otro problema porque mi marido es poco amante de la bechamel, en alguna ocasión he adornado la bechamel con jamón y pollo para una colifor gratinada, también con yemas de huevo y queso parmesano para los canelones y de esta forma sí que le gusta.
Así que entre mi pereza y contentar sus gustos me han salido unas pechugas que no se pueden llamar realmente villeroy, pero que han quedado muy ricas.
A las nuestras solo les he puesto bechamel en uno de los lados, a las que he preparado para guardar les he puesto por los dos lados, un poco más por uno que por otro.
Para hacerlas vamos a necesitar
2 pechugas de pollo fileteadas (ni muy gordas ni muy finas)2 huevosHarina para rebozarPan rallado
Para la bechamel:
100 gramos de jamón serrano o ibérico picado (mejor con la picadora)50 gramos de mantequilla3 cucharadas de aceite75 gramos de harina600 ml de lecheSal, pimienta, nuez moscada
Lo primero que tenemos que hacer es poner la mantequilla y el aceite en una sartén para hacer la bechamel, cuando la mantequilla esté disuelta añadimos la harina y la dejamos rehogar unos minutos, no debemos dejar que se nos tueste, luego vamos añadiendo poco a poco la leche, mezclando bien con una cuchara de madera o con las varillas, añadimos un poco de pimienta y nuez moscada y vamos cociendo la bechamel, cuando empiece a espesar añadimos el jamón picado y seguimos cociendo hasta que empiece a despegarse de las paredes, tiene que quedar espesita, pero no tanto como para croquetas, a media cocción rectificamos de sal, reservamos.
Salpimentamos los filetes de pechuga y los pasamos por la sartén con un poco de aceite, solo hay que marcarlos un poco, sacamos a una fuente.
Con una cuchara vamos poniendo un poco de bechamel sobre cada filete de pollo, si los queremos hacer con bechamel solo por un lado (manera fácil de hacerlos) seremos generosos con la misma, si le ponemos por los dos lados pondremos un poco menos, para hacerlos por los dos lados lo mejor es dejar que se enfríe la bechamel de un lado antes de dar la vuelta y ponerle por el otro lado, yo los he puesto un rato en el congelador antes de poner la segunda capa de bechamel. Dejamos enfriar completamente y luego pasamos primero por harina, luego por huevo y por ultimo por pan rallado.
Freímos las pechugas en abundante aceite caliente hasta que estén doraditas. Si las vamos a congelar lo mejor es congelarlas primero separadas unas de otras y luego embolsarlas, a la hora de freír es mejor hacerlo primero a fuego no muy alto para que vayan cogiendo temperatura y luego a fuego más alto para que se doren.
Como podéis ver es un plato sencillo y que a los niños les va a encantar, hacer mucha cantidad un día que no tengáis muchas cosas que hacer.