El plato de hoy tiene poco que explicar. Unos simples pollitos pequeños (o picantones), rellenos y con una guarnición de cebolla y patatas, que posiblemente esté tan buena (o más) que los propios picantones.
Ingredientes
- 4 pollos picantones
- Sal y pimienta
- Mostaza
- 1 manzana
- 8 dátiles
- 1 lata de paté de oca
- 1 cebolla
- 4 patatas
- tomillo
- 1 ó 2 vasos de vino blanco
- miel
- vinagre de módena
- fécula de patata
Preparación
- Salpimentar y untar bien los pollos con mostaza, tanto por dentro como por fuera.
- Pelar y cortar la manzana en cuatro trozos, y rellenar de cada picantón con, 1/4 de manzana, 2 dátiles sin hueso, y 1/4 de lata del paté de oca.
- Sujetar con un palillo el hueco abierto del pollo para que no se salga el relleno, y atarlos con hilo de cocina para que les queden buena forma.
- Echar en la fuete del horno la cebolla picada en juliana junto con las patatas peladas y picadas en rodajas un poco gruesas. Salar y espolvorear con tomillo.
- Colocar sobre la cebolla y las patatas, los picantones.
- Regar todo ello con un buen aceite de oliva virgen y agregarle el vino blanco.
- Meter en horno precalentado a 180º (con turbo) y cocer hasta que se vea que están en su punto. Si durante la cocción se viera que va quedando sin salsa, añadir más vino blanco.
- Sacar los picantones, las patatas y cebolla a una fuente, y añadir a la salsa una cucharada de miel y un chorro de vinagre de módena. Si la salsa estuviera muy rala, añadir una cucharadita de fécula de patata, o maizena desleído en un poquito de agua fría, echar a la salsa para que espese y dejar cocer unos minutos.
- Regar los picantones con esta salsa, y servir el resto en una salsera.