En este caso se trata de champiñones de la variedad
Portobello que me ha dado mi amiga Mª Luz, la receta también es suya, eso si
los he cocinado yo (algo me tocaba hacer a mi…). Esta variedad se caracteriza
por tener el sombrero marrón y un interior blanco intenso, una delicia para el
paladar
INGREDIENTES
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Champiñones
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Queso tierno de
oveja
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Jamón
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Harina
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Huevo
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Aceite
PREPARACIÓN
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Para la preparación
de este plato es preferible champiñones más bien pequeños, los limpiamos y les
quitamos el tallo.
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Troceamos el queso
en daditos pequeños y llenamos con el hueco del tallo (si lo preferimos podemos
emplear queso tipo philadelphia y rellenar usando una cucharilla).
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Cubrimos cada
champiñón con un par de trocitos de jamón.
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Pinchamos un palillo
en el centro de cada champiñón (esto nos permitirá manipularlos el resto de la
elaboración).
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Pasamos por harina y
huevo, llegando con el rebozado hasta el borde del champiñón sin llegar hasta
el jamón.
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Freímos a fuego
medio-alto, con la altura del aceite también hasta el borde de los champiñones,
dejando fuera el jamón.
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Servimos recién
hechos.