Ponte las pilas y despista a lo virtual: la vida social

Twitter, Facebook, Skype y similares son herramientas fantásticas para mantener el contacto con personas con los mismos intereses que están geográficamente alejadas. La familia en Alemania y Brasil, los amigos en el Cairo y México, los colegas en Londres y Paris: sin las redes sociales estas relaciones serían mucho menos intensas. Y es por eso que las relaciones en la vida real son todavía más importantes.

¿Dime con quién andas y te diré quién eres?

Lo mejor de las redes sociales es que nos permite estar en contacto con las personas con los mismos intereses, estén donde estén. Ya no hace falta buscar un círculo social dentro de tu propia ciudad o enfrentarte a gente con puntos de vista que no están alineados al 100% con tu forma de ver el mundo. Es perfectamente viable cambiar de ciudad y de país sin necesidad invertir tiempo en hacer nuevos amigos. ¿O no? Parafraseando la frase hecha: ¿si no vas con nadie ya no eres nadie?

La vida real: puntos de vista y calor humano

Estar conectado solamente con gente que tiene la misma opinión que tu y que piensan como tu tiene una gran desventaja: acabarás encerrado en una torre de marfil. La diversidad es una fuente importante de innovación y te ayuda a descubrir nuevas ideas y a revisar tus propias creencias. Y mientras en el mundo virtual puedes cerrar las pestañas con información opuesta a tus ideas , la vida real te obliga a reconocer que existen otros puntos de vista .

Y la vida real tiene otra ventaja: el calor humano es más efectivo en directo. Compartir una cena, dar o recibir un abrazo, reírse juntos hasta que te duela la barriga… son actividades que generan felicidad (y refuerzan el sistema inmunológico). Somos seres sociales y aunque internet facilite la conexión virtual, necesitamos también el calor humano de gente real.

¿Y de dónde saco los amigos?

Puede que vivas en un pueblo pequeño, tal vez acabas de mudarte a una nueva ciudad. O puede que seas más bien tímido y no sepas muy bien por dónde empezar. El truco es que no hace falta que te conviertas en un mago de la vida social: con conocer a alguien con esta habilidad es más que suficiente. No importa si te vas a un evento de networking, si empiezas a practicar un deporte de equipo, si decides participar en un meetup o si te apuntas a un grupo de voluntarios de tu ciudad; tarde o temprano encontrarás a esta persona que por lo visto conoce a todo el mundo. Si le pides que te presente a gente, lo hará encantada.

¿Cuáles son tus grupos de contacto en la vida real?

—
Imagen: rbowen / flickr