Hay muchas veces que nos van quedando restos de algunos ingredientes que usamos para hacer nuestros postres. En esta ocasión me sobró algo de nata y fresas que utilicé para hacer una tarta y también quedaba un poco de queso de untar rondando por la nevera. Así que no me lo pensé mucho y empecé a mezclar unos y otros hasta obtener este sencillo postre, fresco y cremoso con mucho sabor a fresas.
Bien fresco de la nevera viene estupendo para esta época del año de tanto calor, así que les animo a que lo probéis.
Ingredientes:
Para cuatro vasos como este utilicé:
-Cuatro cucharadas grandes de mermelada de fresas
-400g. de fresas (pueden ser congeladas
-400ml de nata para montar
-100g. de queso de untar
-50ml. de leche
-Sirope de fresas para decorar
Preparación:
Lavamos las fresas y le quitamos las hojas. Las troceamos y las ponemos en una batidora junto con la leche, batimos hasta formar un puré. Reservamos.
Por otro lado montamos la nata con el queso. Debe tener una consistencia dura. Añadimos a la nata el puré de fresas con movimientos envolventes, para que la nata no se baje y vayan formando burbujas de aire.
Ahora pondremos en el fondo de cada vaso una cucharada de mermelada, rellenamos con la crema de fresas y decoramos con el sirope y algunas fresas, incluso con hojas de menta.
Lo dejamos en la nevera hasta el momento de servir.
A mi particularmente, cuando me lo comí, cogí una cuchara y mezcle la mermelada junto con la crema y el sirope....estaba riquísimo y fresquito, pero esto es a gustos de cada uno.