El tomate, muy rico en vitaminas A, B y C, es un gran alimento catalizador (regula las digestiones) y re mineralizador, la materia colorante del tomate es un elemento primordial para el organismo, por su valor en carotina, tan importante para la energía vital.
Es rico en potasio, es un gran neutralizante de la acidez, desintoxicante, diurético y estimulante de la vitalidad de todo el organismo.
Es sumamente bueno contra el raquitismo infantil y muy recomendable en toda clase de anemias. El notable contenido de vitamina A, hace del tomate un importante factor para el crecimiento.
Por su notable contenido en cobre, sirve a jóvenes y ancianos como excelente remedio para la formación de sangre, razón de más para darlo a los niños en edad de crecimiento.
Es muy utilizado y benéfico en las afecciones de la garganta.
Contra la difteria se utiliza el jugo de tomate crudo, mezclado con un poco de agua caliente, bien deshecho y colado, se hace gárgaras con este jugo obteniendo excelentes resultados
Es excelente remedio en la curación de ulceras internas y externas. En las ulceras externas, se pela bien, aprovechando sólo las partes rojas y despojándolo de todo lo duro que tenga. Se aplasta y se mezcla con aceite de oliva extra virgen, se coloca este cataplasma, sobre la Úlcera externa y se cubre bien con un paño de lana. Se cambia varias veces al día y se limpia con un algodón con aceite.
Los tomates constituyen un eficaz remedio para eliminar el ácido úrico. En el reumatismo, la gota, las enfermedades del hígado y de los intestinos, se consigue la curación consumiendo tomates; debido a la abundancia de sales minerales que poseen.
Por su contenido en agua, el tomate es muy depurativo y diurético; también es laxante y si se consume con piel y semillas aumenta su poder laxante, por esto es conveniente en casos de estreñimiento
Es conveniente también en enfermedades de páncreas, estómago, pulmones y sangre;
No conviene a los que están muy mal de los riñones y del corazón. Las sales de potasa y el ácido oxálico del tomate, suelen irritar los riñones, sobre todo cuando éstos son débiles o enfermizos, y pueden causar serios trastornos. Por eso las personas con Nefritis deben de consumir el tomate con la mayor precaución.
Según el grado de enfermedad renal y su modalidad patológica, será más o menos contraindicado
el tomate.
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