La harina de maíz proviene del continente americano y está presente en muchos de sus platos. Sin embargo, su uso no se circunscribe únicamente a América, sino que forma parte en numerosas recetas africanas y europeas.
Se obtiene moliendo el grano de maíz. Es una harina apta para celiacos, puesto que no contiene gluten. La ausencia de gluten la limita a la hora de ser usada para hacer panes, ya que por sí sola no tiene consistencia suficiente. Por esa razón se suele mezclar con harina de trigo, de arroz o de fécula de patata para hacer panes o tortillas. Eso sí, si se combina con una cantidad abundante de líquido y se cocina con las técnicas adecuadas, se convierte en una pasta con gran sabor.
Si compráis harina de maíz tenéis que tener en cuenta que no aguanta demasiado tiempo abierta, así que hay que adquirir pequeñas cantidades para que no pierda el sabor y mantenerla en un recipiente hermético, lejos de la luz del sol. Asimismo, es muy complicado encontrar harina de maíz pura en el mercado.
Existen diferentes variantes, que dependen de la manera en la que se ha molido el grano. Una de ellas es la harina precocida. Es la más usada y se consigue a partir de granos de maíz cocidos y secados. Otra modalidad es la harina de maíz pelado. Para su elaboración se le ha quitado la cáscara al grano de maíz, eliminando parte del sabor. Pierde también el color amarillo, por eso es conocida como harina de maíz blanca. Por último, existe la harina de maíz tostado, en esta modalidad se encontraría el gofio canario.
La harina de maíz está presente sobre todo en cocinas como la mexicana, la venezolana o la colombiana. Está presente en los tamales. Nosotros os recomendamos esta receta de tamales de carne de morcillo, pero se pueden hacer tamales de diferentes maneras, tanto dulces como salados. Eso sí, siempre llevan harina de maíz.También podéis intentar cocinar arepas, que no son, sino panecillos de maíz, muy típicos de Venezuela. Los podéis comer tal cual o rellenarlos de ingredientes como jamón, ensalada o queso.
En Europa, también se utiliza en platos como la polenta, que podéis usar como acompañamiento de carnes y pescados, o simplemente comerla sola. Podéis cocinarla con más o menos líquido para que quede más o menos espesa.
Si queréis probarla, en nuestra Tienda Cocinista encontraréis harina de maíz sin precocer, para realizar platos como el borono o simplemente para elaborar ricos rebozados.
¿La utilizáis? ¿Nos recomendáis alguna receta?