Aunque se considere a la quínoa como un cereal, realmente no lo es al carecer de gluten. Por su alto contenido en almidón se asemeja más al arroz.
Ya en las épocas de las civilizaciones andinas precolombinas se la consideraba una especie de alto valor nutricional. Se cultiva en las zonas andinas, en algunos lugares a más de 4000 m de altura.
La quinoa es una fuente natural de hierro, de proteínas y con un elevado contenido en fósforo. Al no contener gluten es fácilmente digerible y apta para celíacos.
Por estas circunstancias se está planteando la posibilidad de incluir a la quínoa en en la dieta de los astronautas de la NASA durante los vuelos espaciales de larga duración.
Su preparación es muy sencilla y similar al arroz. Se pone agua a hervir (sin sal, pues se encalla) y cuando llegue al punto de ebullición se añade la quínoa y se baja el fuego. Se deja hervir durante 12-15 minutos.
Para 8 personas:
- 1 L de leche
- 200 g de quínoa
- 1 vaina de vainilla
- 1 corteza de limón
- 8 cucharadas de azúcar moreno
- una pizca de sal
- 1 brik de nata líquida (200 mL)
- mermeladas de frutos rojos o coulis
Se pone a hervir la leche con la vaina de vainilla y la corteza de limón. Se incorpora la quínoa antes de que hierva y en el momento en que lo haga, se baja el fuego y se prolonga la cocción durante 25-30 minutos.
Se va removiendo para que no se pegue durante la cocción. Se agrega la nata líquida a los 20 minutos de cocción y cuando haya absorbido toda la leche y la nata (no importa que quede un poco líquido) se agrega la pizca de sal y las cucharadas de azúcar.
Se reparte en boles pequeños o copas y se deja enfriar. Se sirve con un poco de mermelada de frutos rojos o con un coulis de éstos preparado calentando la mermelada con un chorretón de limón y filtrando después.