Los ingredientes que necesitas para prepararlos son muy sencillos:
- 200 g de harina de trigo
- 1 sobre de gasificante
- 1 sobre de acidulante (puedes encontrarlos juntos, se venden como gaseosas)
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/2 cucharadita de sal
- 150 ml de agua
- Abundante aceite para freír
Mezclamos la harina con el gasificante y el acidulante, y lo añadimos a la cacerola con el agua templada, que habremos apartado del fuego. Removemos muy bien para que se mezcle todo bien hasta tener una masa que no esté demasiado espesa. Dejamos reposar unos minutos para que se enfríe.
Metemos la masa en una manga pastelera o una churrera con boquilla de estrella. Ponemos a calentar abundante aceite y cuando esté bien caliente vamos poniendo porciones de masa, a las que le daremos la forma que nos apetezca.
Lo mejor es girarlos con unos palillos. Cuando estén fritos por un lado, les damos la vuelta. Colocamos sobre un plato con papel para absorber el exceso de aceite. Espolvoreamos con un poco de azúcar si los queremos dulces y los llevamos a la mesa.
Consejos para degustarlos: En invierno, lo mejor es tomarlos con una taza de chocolate caliente o un café. Y en verano también podemos disfrutar de unos ricos churros con un batido de chocolate, un vaso de horchata o alguna otra bebida fría que nos apetezca. ¡Pruébalos con limonada! Te van a sorprender.
Aquí puedes ver algo de información sobre los churros. Por si te interesa conocer un poco sobre su historia y cómo los comen en otros lugares del mundo.
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