Aquí os traigo una estupenda sesión doble. Dos thrillers dramáticos (con inciso en “dramáticos) de mediados de los noventa que no corrieron mucha suerte en su estreno, y protagonizadas por dos actores que a principios de los noventa parecía que se iban a comer el mundo (y al final, ná). Por un lado tenemos “Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto” (Gary Fleder, 1995), una magnífica película, muy olvidada, que pide a gritos estar entre lo mejor de la década de los noventa. Y si decimos que la de Fleder es una película olvidada, ésta es directamente desconocida para la mayoría de la gente: “Phoenix” (Danny Cannon, 1998). Una doble sesión para amantes del buen cine y enemigos de los finales felices.
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COSAS QUE HACER EN DENVER CUANDO ESTÁS MUERTO
Sipnosis: “Jimmy “El Santo” (Andy García) es un gangster retirado con una nueva y tranquila vida.. Su ex-jefe, “El hombre con un plan” (Christopher Walken) precisa su ayuda para un “último trabajo”. Jimmy acepta, y para ello reúne a su antigua banda. La buena noticia es que el trabajo es tremendamente sencillo. La mala noticia es que Jimmy y su banda tienen mala suerte…..”
Lo mejor: Principalmente, el estupendo guión. Luego, el reparto. Andy García es el dueño de la función, dotando a un estupendo personaje como “Jimmy El Santo” de la elegancia que el personaje requiere. Mención especial para Christopher Walken como una “mente criminal” que navega entre lo patético y lo terrorífico, Steve Buscemi como atípico asesino a sueldo, y Treat Williams como pirado hiper-violento.
Lo peor: Los (pocos) bajones de la película corresponden a la relación romántica entre García y Gabrielle Anwar.
PHOENIX
Sipnosis: “Harry Collins es policía chungo, ludópata hasta la médula, enfermizamente supersticioso, dueño de un especial código moral y encima es buena persona. Mala combinación lo mires por donde lo mires. Endeudarse hasta las cejas con un prestamista (Tom Noonan) y tener un compañero aún más chungo que él (Anthony LaPaglia) no ayuda mucho.”
Lo mejor: Ray Liotta en general y su relación con el personaje de Angelica Huston en particular y un guión con buenos diálogos, tiros, atracos, tipos malos, tipos peores, traiciones, infidelidades y oportunidades de redención. Y el último tramo de la cinta, dónde Harry parte y reparte.
Lo peor: Por ponerle un “pero”, algunos de los personajes secundarios son un poco arquetípicos.