De nuevo llegamos al tercer domingo de mes y no podemos faltar a la cita con el reto Cocinas del Mundo que, este mes, nos da manga ancha para viajar a cualquier lugar del mundo en busca de las recetas más refrescantes para el verano.
Y es que a nuestra anfitriona Concha, de Cocina y Aficiones, le tocaba decidir el país destino pero, como estamos en verano, ha preferido retarnos a preparar una receta de donde queramos pero veraniega. ¿Y a donde me voy yo esta vez? me dije yo...
Y de pronto me acordé que tenía en la nevera una botella de Prosecco dispuesta para preparar el sgroppino, una bebida alcohólica muy apreciada en Veneto, hecha con sorbete de limón. ¡A Italia que nos vamos!
Originalmente la palabra veneciana sgropìn indicaba el clásico sorbete sin leche y muy poco alcohólico. Con el tiempo la vieja receta se fue modificando para dar lugar al sgroppino actual, cuya primera referencia data de 1528. En aquel momento se servía en las mesas aristocráticas para limpiar el paladar entre plato y plato.
Hoy en día se consume, generalmente, después de una comida (como digestivo) o entre el primer y el segundo plato. La base de esta bebida es el sorbete de limón, el vodka y el prosecco, pero en los últimos años se han puesto de moda otros tipos de sgroppino como el de fresa, pomelo, mandarina o café. Y yo, aprovechando que tenía fresas congeladas (que suelo utilizar para smoothies), decidí hacer esta bebida superrefrescante aunque el calor aún no apriete por aquí.
Ingredientes: 250 ml Prosecco; 35 ml vodka; 250 ml sorbete limón; 125 g fresas (congeladas).
Preparación: Poner todos los ingredientes (menos el Prosecco) en el vaso de la batidora y batir hasta obtener una mezcla cremosa (unos 40 segundos). Añadir el Prosecco y batir unos 10 segundos. Servir inmediatamente en unos vasos de cocktail o de cava. ¡Facilísimo!
Pues con esta receta tan refrescante y chisposa participo en el reto Cocinas del Mundo - Verano y me voy corriendo a ver las propuestas del resto de participantes. ¡Os deseo un feliz verano!