
Este mecanismo de ahorro de nutrientes también se desencadena cuando después de cenar se decide ir a la cama a descansar, pues el sueño adormece la región encargada de sentir saciedad, impidiendo que el cerebro detecte que ya comió. Al no sentir saciedad, el cuerpo lo interpreta como falta de alimento.
Junto con el sedentarismo, los hábitos alimenticios son la principal causa del sobrepeso y obesidad que actualmente aquejan a la población. Por ello, se recomienda seguir un plan alimenticio y practicar alguna actividad física, pues cuando se obtiene más energía de la que el cuerpo gasta, ésta se almacena.