Para elaborar esta sopa necesitáis melones de la variedad cantaloup, de esos chiquitos que tienen la pulpa anaranjada. La sopa-crema se hace en un momento y el resultado es muy, muy refrescante. El acompañamiento con jamón frito es un añadido que he rescatado de mi memoria. Mi madre muchas noches para cenar cuando éramos adolescentes nos hacía huevos fritos con este jamón serrano frito crujiente que resulta delicioso.
Es, por tanto, una recreación del eterno melón con jamón pero actualizado con un toque de modernidad. Si lo deseáis también se puede acompañar de polvo de jamón serrano. Sólo habría que triturar o machacar el crujiente d jamón para obtener el polvo fino.
Para 4 personas:
- 2 melones cantaloup
- 1 limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 8 lonchas de jamón serrano finas
- unas hojas de menta
- pan tostado
- queso de cabra
Se retira la piel y las pepitas del melón, se trocea, se pone en al vaso de la batidora y se tritura acompañado de sal, pimienta y el zumo del limón. Se reserva en la nevera la sopa.
En una sartén se pone una pizca de aceite de oliva y se calienta a fuego fuerte. Se ponen las lonchas de jamón, por tandas y se deja que se hagan hasta que estén crujientes.
Se tuesta un poco de pan y se pone untado o encima el queso de cabra. Se sirve la sopa con el jamón crocante, unas hojas de menta y espolvoreado con pimienta recién molida.