Tarta de manzana rústica

Estamos en época de manzanas y por suerte tengo dos manzaneros hermosos bien cargaditos de manzanas, unos con manzanas rojas y otro con manzanas verdes. Son tantas las manzanas que estamos recogiendo este año que me las he ido ingeniando para utilizarlas en diferentes elaboraciones, desde una simple compota, un postre con manzanas caramelizadas, un bizcocho, un tarta tipo puding, una tarta con almendras, hasta en platos salados, como acompañamiento o guarnición tipo cremoso de manzanas con carrilleras.
Como podéis ver la manzana es versátil y acepta tanto platos dulces como salados, por ideas que no sean y hoy vamos a por otra tarta, sencilla, rústica y con muy pocos ingredientes.


Ingredientes:
-1 lámina de masa quebrada
-2 kg. de manzanas
-1 limón
-1 c/p de extracto de vainilla
-50 gr. de pasas sultanas
-1 c/p. de canela en polvo
-100 gr. de azúcar
-1 c/s. de mantequilla
Elaboración: 
La masa quebrada la podemos hacer en casa, pero si vamos cortos de tiempo podemos usar la masa quebrada que venden en la parte refrigerada de cualquier supermercado. Hoy día existen masas de muy buena calidad.
Cogemos un molde, desmoldable, de 18 o 20 cm. de diámetro y lo untamos de mantequilla. Lo forramos con la masa quebrada, apretando un poco para que se adhiera a toda la superficie del molde. Cortamos lo que sobresalga del molde. (Reservamos). Pinchamos el fondo con un tenedor y metemos el molde en el congelador mientras preparamos el relleno.
Precalentamos el horno a 210º
Preparamos el relleno: Pelamos todas las manzanas, le quitamos el corazón y las cortamos en láminas de medio centímetro. Las ponemos en un bol, rallamos el limón y luego exprimimos su zumo, añadimos la canela, las pasas, el aroma de vainilla y el azúcar. Mezclamos bien, dándole varias vueltas a todos los ingredientes.
Sacamos el molde del congelador y lo rellenamos con las manzanas troceadas, cuanto más sobresalgan del molde mejor, ya que una vez se empiecen a cocinar irá bajando su volumen. Si queréis con el sobrante que quitamos al principio podemos hacer decoraciones y lo ponemos como tapa.
Introducimos en el horno durante 30 minutos, calor sólo abajo. Pasado ese tiempo bajamos la temperatura a 180º y ponemos calor arriba y abajo, dejamos cocinar durante otros 30 minutos.
Una vez terminado el tiempo de cocción, sacamos del horno y dejamos, enfriar, desmoldamos y colocamos en la fuente de servir, terminamos tamizando un poco de azúcar glass a modo de decoración.