Bueno, sea como sea, os tengo que confesar que aquí no ha sobrado absolutamente nada, os lo aseguro, no sé si será porque era sin azúcar, por su sabor o por lo jugosita que estaba por dentro; la cuestión es que ya ha caído. ¿Eso es buena señal, no?
INGREDIENTES
- 3 huevos
- 2 cucharadas de margarina reblandecida
- 4 quesitos "light"
- 7 cucharadas colmadas de edulcorante en polvo apto para cocinar
- 1 taza de pan rallado
- 2 vasos de leche
- la ralladura de un limón
- Frambuesas
- edulcorante en polvo
- unas hojitas de hierbabuena
PREPARACIÓN
- Batir con la ayuda de una batidora eléctrica los huevos, la margarina y el edulcorante. Añadir los quesitos y seguir triturando.
- Poner a calentar la leche en un cazo junto con la ralladura de limón. Cuando la mezcla se haya calentado, incorporar el pan rallado.
- Triturar la preparación anterior hasta que resulte una mezcla homogénea. Dejar enfriar.
- Cuando la mezcla anterior se haya enfriado un poco, agregar la primera preparación, Volver a batir hasta incorporarlo todo bien.
- Precalentar el horno a 200ºC.
- Forrar un molde redondo con una hoja de papel de hornear y verter sobre él la masa resultante.
- Introducir en el horno durante unos 40 minutos a 180ºC (Veréis que va a subir mucho, una vez que lo saquéis del horno, bajará y se os quedará esa capa superior crujiente que observáis en las imágenes).
- Cuando la tarta se haya enfriado, servirla acompañada de un poco de edulcorante en polvo y frambuesas frescas. Decorarlo con unas hojas de hierbabuena.