Este postre lo preparé para el almuerzo del día de la madre, y suelo hacerlo cada tanto. Es facilísimo, los ingredientes no son muy caros, y a todos les gusta.
Ingredientes: Para un postre grande: 10-12 porciones
- Queso blanco, mascarpone o queso tipo finlandia (pueden usar mitad y mitad): 400grs.
- Yemas: 4
- Azúcar: 200grs
- Esencia de vainilla: un chorrito
- Claras 4
- Gelatina sin sabor: 1 sobrecito
- Café: como para remojar las vainillas
- Oporto ovino para postre: 4 cucharadas o a gusto
- Vainillas: 2 paquetes (24 vainillas)
Procedimiento: En un bol mezclar las yemas con el queso que hayan elegido, el azúcar y la esencia de vainilla. Disolver la gelatina sin sabor en agua tibia y sumarlo a la mezcla. En otro recipiente batir las claras a punto nieve e incorporarlas a la mezcla anterior bien suavecito para que no se bajen. Aparte remojar las vainillas en un recipiente con café frío y el vino de postre dándole vuelta y vuelta algunas veces, ojo que no se desintegren porque después se siguen humedeciendo en el postre. En una fuente para postre poner debajo un poquito de la preparación como para que las vainillas no se muevan, y armar una primera capa de vainillas. Incoporar la mezcla por encima, y repetir la secuencia las veces que el recipiente lo permita.
Fundamental: dejar enfriar 4/5 horas mínimo. Lo ideal, si pueden, es hacerlo la noche anterior. Cuando lo estén por servir espolvoréenlo con cacao, y si tienen nueces o almendras queda muy rico y vistoso (también se pueden agregar a la mezcla del queso para darle "crocor", como diría
Liniers en su Momento con Narda).