Hoy te traigo una receta para sorprender a tus comensales: una Torrija salada con jamón y queso.
Las torrijas ya se hacían por los romanos, como recoge Apicio en el siglo I, en su libro De Re Coquinaria. Él menciona una rebanada de pan que se sumergía en leche, (sin mencionar el huevo), y no le da un nombre especial, simplemente aliter dulcia (algo dulce) ya que se endulzaba con miel.
Con el paso de los siglos se fue haciendo más popular, sobre todo por Europa, donde llenaba los estómagos de pobres, (que aprovechaban así el pan duro), y ricos, que adornaban con todo tipo de confituras.
Y no creáis que lo de la torrija salada es una modernura, porque en el siglo XV Martino da Como escribió varias recetas en la que este pan jugoso se servía a menudo con aves de caza y otras carnes.
En España, se documenta en el siglo XV por Juan del Encina, «Miel y muchos huevos para hacer torrejas», un plato que se hacía sobre todo para ayudar a la recuperación de las parturientas.
Aunque están relacionadas con la Semana Santa, quizás por ser un gran alimento que ayudaba a pasar el ayuno impuesto por la Iglesia, lo cierto es que se toma en cualquier época del año precisamente por aprovechar ese pan que se iba endureciendo.
Y como ya hemos aprendido algo de historia sobre las torrijas, ahora toca ponerse el delantal y meternos en la cocina, porque esta Torrija salada con jamón y queso no sólo será una gran sorpresa para tus invitados, sino que además ¡está buenísima!
Cómo preparar esta Torrija salada con jamón y queso, paso a paso:
Ingredientes:
- 1/2 litro de leche
- sal
- orégano
- pimienta
- tres o cuatro rebanadas de pan del día anterior
- dos huevos
- aceite de oliva virgen extra
- unas lonchas de jamón ibérico
- queso curado
- unos tomates cherry
- hojitas de menta
Preparación:
Ponemos la leche a calentar y le añadimos sal, pimienta y orégano.
En una fuente colocamos la rebanada de pan y le volcamos la leche caliente, dejando reposar una media hora o hasta que se haya absorbido todo el líquido.
Las pasamos por huevo batido y las freímos en aceite de oliva virgen extra hasta que estén doradas. Las sacamos y escurrimos sobre papel absorbente.
Servimos poniendo encima unas lonchas de jamón ibérico, y rallándole queso curado. Adorna con un tomatito cherry y unas hojas de albahaca.
¡Y ya puedes disfrutar de tu Torrija salada de jamón y queso!
Aunque si prefieres la versión dulce, prueba las Torrijas clásicas, las Torrijas de vino dulce, o estos Rollitos de torrija rellenos, que seguro te van a encantar.
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