Revista Cocina
¿Habéis probado las semillas de amapola? Descubrir sabores nuevos es algo apasionante. Yo las probé hace años, siempre dispuestas sobre alguna bollería salada o dulce, pero sólo una muestra pequeña que no me dejó apreciar exactamente a qué sabían. Leyendo entre mis libros de cocina vino a caer en mis manos una preparación común en los países del Este principalmente, en la cual las semillas tenían un papel protagonista, dada la cantidad de ellas que se ponían en el relleno de este bollo, o torta, que me pareció exagerada.
Me animé a prepararla, busqué las semillas y me puse manos a la obra sin saber en qué iba a quedar aquello. Después de mi experiencia, en la que me puse las botas pues me la comí casi sola, puedo contaros que me gustó, que la encontré especial, original y que su sabor terroso me recordó al del chocolate ¡qué sabor más extraño, me diréis, jajaja! para mí un descubrimiento muy agradable y nuevo.
Las semillas de amapola simbolizan abundancia y fertilidad, pronostican felicidad y buena suerte. "Las chicas solteras que las comen deben cortar amapolas si quieren casarse pronto".
Ingredientes para la masa:
- Harina 250 g.- Leche tibia 125 ml.- Mantequilla 75 g.- Yemas de huevo 2.- Levadura seca de panadero VAHINÉ 4,6 gr. (un sobre).- Azúcar 3 cdas.- Azúcar avainillada 5 g.- Aceite de oliva suave 0,75 ml.- Sal ½ cdta.
Ingredientes para el relleno:
- Semillas de amapola 250 g.- Azúcar 125 g.- Pasas sin semillas 50 g.- Nueces 25 g.- Miel 25 ml.- Mantequilla 25 g.- Claras de huevo 2. Azúcar glas y almendra crocanti para cubrir (opcional).
Elaboración:
En primer lugar hidratamos las semillas de amapola en agua hirviendo. Dejamos una hora aproximadamente dentro del agua.
Remojamos las pasas en agua templada. Reservamos.
Para preparar la masa de la torta empezamos disolviendo la levadura en un cuenco pequeño con la leche tibia, removemos y dejamos tapada media hora.
Mezclamos la harina y la sal, tamizadas, con los azúcares en un bol. Añadimos a esta mezcla las yemas, la mantequilla fundida (templada) y la levadura disuelta.
Amasamos dentro del mismo bol. Al principio os parecerá blanda pero enseguida y a medida que se va amasando se vuelve elástica y muy manejable. Cubrir el recipiente con film y dejar levar en sitio cálido una media hora.
Escurrimos las semillas y las trituramos hasta que queden muy bien molidas, que parezcan una pasta fina. Añadimos a éstas las pasas, las nueces troceadas, la miel y el azúcar. Batimos una de las claras y la agregamos suavemente (nos servirá para amalgamar).
Extendemos la masa sobre una lámina de papel parafinado y con un rodillo formamos un rectángulo cuanto más fino mejor. Colocamos el relleno en el centro y plegamos hacia dentro los bordes haciéndola rodar y presionando en la unión (debe quedar bien cerrada para que no se nos salga el relleno). Volvemos a dejar levar, tapada con un paño, alrededor de media hora.
Precalentamos el horno a 180 ⁰C.
Horneamos de cuarenta y cinco a cincuenta minutos. Espolvoreamos con azúcar glas cuando se haya enfriado y esparcimos la almendra.