Vamos que nos vamos que hoy es día 4 y nos toca ¡receta dulce del Reto Cocina Regional Italiana! Estoy supercontenta porque tengo muchas participantes y es que la propuesta que les hice este mes era preparar una tarta con una harina diferente a la que solemos utilizar. El resultado era totalmente incierto, con la dificultad añadida de encontrar la harina de maíz (que os aseguro en Holanda es casi imposible) pero...para eso es un reto ¿no?
Las participantes han salido airosas, hay comentarios de todo tipo pero diría que ha defraudado un poco. En mi caso...ya casi tiro la toalla porque me he recorrido todos los supermercados en busca de la farina gialla o harina de maíz y, cuando ya iba a preparar la tarta con maizena (harina de maíz refinada), me llama mi suegra y me dice que la ha encontrado en una tienda turca...¡ole! ¡que grande!
En cuanto al resultado...no me acaba de convencer, hay que ser honestas. No es sólo que sea muy seca sino que al dia siguiente puede quedarse demasiado dura. Creo que con un poco de tiempo se podría mejorar, por ejemplo, añadiendo huevos o leche. Desde luego ¡no ha sido mi mejor elección! jajajajaja.
Pero vamos con la receta y os sigo contando...
Ingredientes: 250 g harina de maíz; 250 g queso quark (o requesón); 100 g azúcar; 25 g mantequilla; 20 g piñones; 20 g pasas; canela; nuez moscada.
Preparación: Disgregar el queso quark con unas varillas con la ayuda de una cucharada de agua tibia. Añadir el azúcar y trabajar bien la mezcla.
Incorporar la harina de maíz a lluvia y seguir mezclando. Si la masa se hace muy dificil de trabajar añadir un poco de agua tibia incorporándola muy bien. Debe quedar una masa blanda. Añadir una pizca de canela, una pizca de nuez moscada y las pasas (estas no están en la receta original pero me gustaba darle un toque personal).
Engrasar un molde redondo, verter la masa, poner algunas nueces de mantequilla por encima y decorar con los piñones. Cocinar en el horno a 180 ºC durante 45 minutos. Desmoldar y dejar entibiar. Yo la he hecho muy finita y la verdad es que tiene un sabor muy curioso pero debo decir que ¡no está mal si te la comes el mismo día!
Esta tarta de harina amarilla (literalmente) es, como dice mi amiga Rosi, una tarta muy extraña porque no lleva huevos ni leche ni levadura. Aún así, el resultado es sorprendente y no deja indiferente. Incorpora lo que los italianos llaman farina gialla o harina de maíz, que es la base para preparar la famosa polenta, y es típica de la región de Lazio, que es a la que nos hemos trasladado este mes.
Os dejo, como siempre, la receta original. Yo, en este caso, he usado la mitad de ingredientes.
¡Y hasta aquí mi aportación! Vamos ahora con la parte más emocionante de cada reto que es ver las propuestas de mis queridas participantes, tanto las veteranas como las recién incorporadas. ¡GRACIAS!
Lorena, La cocinera revoltosa, no quería faltar a la cita así que me mandó su tarta a los pocos días ¡sin ni siquiera probarla! jajajajaja
Maribel, de Sweet Blessings, dice que está deliciosa aunque quedó un poco compacta y pesada...¡la pinta es inmejorable!
Mi prima Mar, que no se pierde una cita, le ha puesto pipas de girasol y calabaza, almendrillas picadas además de los piñones ¡que rico!
A Lidia, de Glace Moka, le ha parecido una receta muy original...¡me alegro!
Aranzazu, de El baúl de las delicias, ha resuelto perfectamente la tarta con maizena aunque ha quedado un poco espesa a pesar de estar muy rica
Y finalmente Rosi, de Mi mundo pinkcake, ha preparado esta versión tan rica pero que le ha durado una merienda jajajajaja
Pues con estas delicias me despido hasta el próximo mes en que volveremos con dos nuevas propuestas y una nueva región para visitar. ¿Te animas?