Revista Cocina

Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid...

Por Hierbabuenaypimienta

Esta semana, con la entrega de notas, ponía punto y final al primer año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo. Dejaba atrás todo un conjunto de meses plagados de experiencias, a un grupo de compañeros increíbles (a los que espero tener muy cerca el próximo curso), a grandes profesores, a mil y un momentos difíciles de recoger en unas líneas.
En Septiembre del año pasado empezaba este viaje. Salía de mi casa cargada con un uniforme absolutamente extraño en mis manos, una manta con cuchillos (algunos de los cuales ni sabía usar) y mucho "miedo" en mi interior. Ya habíamos tenido un par de días de presentaciones y ahora se trataba de entrar en faena. 
¿Qué se siente una vez te cambias por primera vez y entras en una cocina tan grande? Yo sentí pánico, de verdad. No sabes qué te van a pedir, cómo son tus compañeros, qué es realmente una cocina profesional... nada!! 
Recuerdo los primeros días y ahora me río un poco. No sabíamos ni ponernos el pico, ni para qué servía. Jeje!!! Parece que han pasado mil años, pero han sido tan sólo unos meses.  Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid...
Yo llegaba absolutamente nueva a este mundo, desde una carrera como Derecho y con una diferencia de edad con la mayor parte de mis compañeros bastante considerable.
Esos primeros días toda la información te parecía un mundo, había tanto que aprender (utensilios, hornos, fuegos, maquinaria, cortes...). A los pocos días ya se notaba un gran ambiente entre los compañeros, algo que fue la tónica de todo el curso y que ayudaba muchísimo a la hora de entrar en cocina. Si hay algo que creo que he aprendido este curso es a apoyarme en mis compañeros. Un diez por ellos!!!
Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Empezamos en con cortes (patatas, cebollas, puerros, zanahorias....). El primer mes, y antes de empezar el servicio era cortar, cortar y cortar. Nos enseñaron algunas cosas básicas, como hacer fondos y salsa de tomate, y, poco a poco, íbamos familiarizándonos con nuestra gran cocina. Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid...  Se nos hacían interminables esas jornadas de cortes y, aunque yo confieso que me gustaba (jaja!!), empezábamos a preguntarnos si algún día podríamos acercarnos a los fuegos.... 
A mediados de octubre (más o menos) empezábamos a dar comidas (comenzaba el servicio). Nos dividían en partidas y comenzaba otra etapa. Seguíamos muy, muy verdes (algunos lo estábamos muuucho más que otros, jeje), pero ya nos lazaban a la piscina. ¿Primera partida? La mía fue entremetier, quizás la que más me ha gustado. Espaguetis a la carbonara nuestro debut; aunque nuestros espaguetis tenían poco de espaguetis y más de fideos (ayyy!!!). Ese día salí del servicio emocionada: había disfrutado tanto!!! Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid...  Pasaban los meses y, aunque el miedo permanecía latente, cada vez te sentías más en tu mundo. Cada día en la escuela me reafirmaba en mi decisión y me hacía darme cuenta de que éste era el mundo en el que quería estar. 
Enero y la visita al matadero, febrero y Madrid Fusión (Subijana, Arzak... emoción!!!), semana santa y mi inmersión en el mundo del pan, tercer trimestre y el empujón final. Presentaciones orales, risas, jornadas del pan en la escuela, del queso, esferificaciones.... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... En abril me presentaba a un certamen de alta cocina y en mayo me seleccionaban para ir a la final... (increíble!!!). 
Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Junio y los exámenes, la final del certamen de alta cocina (decepcionante, pero eso es otra historia), las notas y... el final de un año.
Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid...  Ahora miro atrás y no me puedo creer que haya pasado todo tan rápido....
Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Al final, mil y un cortes de verduras, bridar pollos, sacar chuletas, hacer tortillas de patatas, fondos... jaja!!! Mucha preelaboración, eso sí. ¿Qué más aprendes en una escuela como la de la Casa de Campo? Pues esencialmente platos de la cocina tradicional española: marmitako, purrusalda, fabes, bacalao al pil-pil, merluza a la koskera... Hay muchos alumnos, pocos profesores (cada vez menos por desgracia) y muy poco presupuesto. Aprendes si te esfuerzas y eso es algo que te dejan muy claro al entrar. 
Mientras estás allí sientes que siempre haces lo mismo, pero al llegar a casa me daba cuenta de que algo en mí estaba cambiando. La escuela es el principio de un largo camino...  Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Y aprovechando la frase de Subijana..."podemos estar contentos, pero nunca satisfechos". Supongo que esto es lo que siento yo en este momento...  Un año en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid... Mil gracias a todos mis "compis" porque estoy segura de que sin ellos todo hubiese sido muy distinto. Y cómo no, a esos profesores a los que hemos vuelto locos este año con nuestras meteduras de pata, jaja!! No las digo porque os reiriaís mucho... algún día ;))

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