Haré una confesión. Aún a riesgo de que a partir de ahora se pueda dudar de mi salud mental. Siento una pasión irrefrenable por los objetos de formas redondeadas, ya sean metálicos o de cristal.

Pongamos un ejemplo: entro en una tienda o en una casa ajena, localizo con la vista un pisapapeles de cristal y se dispara la alarma. Mi mente me ordena calma, mi cuerpo ignora impunemente a mi mente, mi mente se resiste, lucha, forcejea… pero el pisapapeles acaba entre mis manos y finalmente mi débil mente se rinde ante la evidencia del placer que me produce su superficie lisa, suave, fría y tersa… Lo dicho: algún día perdí un tornillo y me quedé así.
Esa es la razón por la cual, la primera vez que mis ojos se posaron sobre la tremenda escultura que los habitantes de Chicago apodan “The Bean” (“La Judía”), mis manos le juraron amor eterno. Y hasta hoy.

110 toneladas de metal pacientemente pulido que se encuentran en el Millennium Park (o Parque del Milenio, aunque fuese inaugurado cuatro años más tarde del cambio de año-siglo-milenio) situado en el downtwon de la ciudad de Chicago.
110 toneladas arropadas por el Pabellón Jay Pritzker, de lazos metálicos volando al viento, ideados por la imaginación del arquitecto Frank Gehry (el mismo que el de el museo Guggenheim en Bilbao), por el Art Institute, cuajado de innumerables obras de arte, y por las fuentes-escultura del español Jaume Plensa, todo un orgullo.

110 toneladas de metal, las cuales pude acariciar hace unos días mientras paseaba en una más que agradable mañana a 1 grado bajo cero, mientras el sol se reflejaba en la nieve (sería de cobardes decir que esa temperatura en Chicago no es agradable).

110 toneladas que me hacen sonreir al verme como en un espejo de feria, mientras cámara en mano fotografío sin parar el reflejo de los edificios próximos, y me recuerdan lo que ya cantaba Frank Sinatra: “Chicago is my kind of town”, si señor, Chicago es mi tipo de ciudad.

Muy típico, profundamente USA, para hoy un “tuna sandwich” o sandwich de atún, cuya receta agradezco infinitamente a mi compañera y amiga Elena. Ni en “Estar dos Unidos” los he comido mejores.
TUNA SANDWICH

Ingredientes:
2 ramas de apio
1 trozo de cebolleta (al gusto)
1 huevo cocido
250 gr de atún en aceite de oliva
2 cucharadas de mayonesa
sal y pimienta
1.- Quitamos las hebras del apio, lo lavamos bien, y picamos muy fino. Lavamos la cebolleta, y la picamos del mismo tamaño que el apio. Reservamos.
2.- Escurrimos el atún, y lo desmigamos. Picamos el huevo cocido.
3.- En un bol mezclamos los ingredientes anteriores, les añadimos la mayonesa, salpimentamos y mezclamos bien.
4.- Montamos el sandwich en pan tostado, añadimos unas hojas de lechuga fresca, y untamos con la mezcla anterior generosamente.
5.- Disfrutamos.
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