Decía Joaquin Sabina, en su canción Peces de Ciudad , de 2002, “En Comala comprendí, que al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver” , y en cierto modo, volver a Bodegas Baigorri sólo me traía buenos recuerdos, recuerdos de la primera vez que allí estuve, y recuerdos de la espina clavada que en esta ocasión , si pude liberar ; aquella mañana del 8 de marzo, viajé con Ali a la llamada de un buen menú con visita a la bodega, con motivo del Día Internacional de la Mujer ; curiosamente, puede que el mismo Hermés animase mi viaje, ya que fue el día en el que el sol volvió a aparecerse frente a nosotros, brillando con fuerza , tras muchas semanas de cielos grises en la meseta ; no hablaré mucho de los detalles técnicos de esta bodega, obra del recientemente fallecido Iñaki Aspiazu , mas propios de los estudiantes de arquitectura que este bloguero, sino de las sensaciones que este armazón de cristal, madera , metal y hormigón me despertaron ; en alguna foto podéis contemplar las vistas desde la recepción de la bodega, su planta 0, vistas a un amplio valle plagado de viñas, protegidas al norte por las cumbres de Sierra Cantabria, y como, sentado en uno de sus bancos de madera, sin duda pensaba en el lujo que era ser el dueño de tamaña obra ;) ; Baigorri se encuentra en lo alto de un promontorio a la entrada de Samaniego, Alava , y está diseñada para que todos los procesos se efectúen por gravedad, y no solo hablo de la elaboración de sus vinos, sino también , por su estructura diáfana, permite seguir cada uno de esos procesos desde varios niveles, con total control, muy encaminado a un enoturismo de calidad, que combine vino, gastronomía y arquitectura.
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Tras la visita, siempre el hambre y la sed apremian, y fue un auténtico lujo sentarnos con vistas a los viñedos riojanos, lo cual nunca podré agradecer suficiente a la gente de Baigorri, en especial a Matthias Lange , que nos hizo de perfecto Cicerone ; el menú elaborado por la Chef Marian Peso estuvo delicioso, y abajo os dejo algunas fotos de los platos, ya que sé que me seguís muchos auténticos sibaritas, pero para nada desmerecieron los vinos que acompañaban cada plato; me agradó ver a tanta gente, sobre todo muchas mujeres en mesas completas, disfrutando del vino, eliminando esos tabues tan arcaicos que desgraciadamente siguen demasiado vigentes, y como demuestran los estudios, el porcentaje de aficionadas al vino nos está llevando al maravilloso equilibrio de fuerzas ; cada nuevo plato traía consigo un vino distinto, y entre bocado y bocado, charla y charla, mi pilot seguía echando humo sobre mi destartalado cuaderno; aquí os hablo de los vinos que probé.
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Del primero que dí cuenta fue del Baigorri Rosado , un vino de color salmón pálido, elaborado con tempranillo y garnacha, que fue una buena piedra de toque para iniciar este viaje, buen aporte frutal aunque quizás un poco pasado de acidez para mi gusto; sin solución de continuidad, ataque el Baigorri Blanco Fermentado en Barrica 2010, elaborado con malvasia y viura, con un paso de 8 meses por barrica, amarillo dorado, fragante, aromás a pera y platano, no se marca la barrica en nariz, algo mas en boca, tostados y notas tropicales , buena acidez y largura, con un interesante punto cremoso, sin duda consecuencia de la barrica; el siguiente fue el primer tinto, un vino especial sin duda, este Baigorri Crianza 2007 , tempranillo y garnacha, con una crianza de 14 meses en barrica, color rojo picota de capa alta, ribete grana, le cuesta un poco mostrarse, fruta roja madura, equilibrado, la barrica muy en segundo plano, con bastante poderío, elegante y sin duda el vino mas comparable a un rioja clásico, aunque este con mucha vida aún ; comenté con Matthias este vino, y sin duda su punto fuerte está en esa longevidad que demostró, y ha sido hasta ahora el crianza de Baigorri que mas me ha gustado, y en el blog hemos dado cuenta de varios ; seguíamos subiendo al aparecer en mi copa el Baigorri Garnacha 2010, con una crianza similar al Baigorri Crianza, pero con notas muy distintas, ya que este garnacha es un vino revestido de fruta golosa; en fase visual tiene un vivo color rojo picota de capa alta, notas de fresas y regaliz negro, goloso, aún deben pulirse algo los taninos, madera muy correcta, buena persistencia con notas lácticas en boca, equilibrado y con un buen juego de acidez, un vino para disfrutar y perderse en el placer ; la comida acabó con un vino al que le tenía muchas ganas, y a fe que cumple las espectatívas, Baigorri Belus 2009 , elaborado con Mazuelo y tempranillo, con también 14 meses de crianza en barrica; tiene un color rojo cereza de capa alta, ribete amoratado, con una insultante presencia de vino joven, lagrima densa y de lento recorrido , fruta negra en nariz, alguna nota de fuego, sedoso en boca, muy bien y trabajado, fácil de beber, cuerpo medio, no cae en la opulencia, equilibrado y elegante, con alguna nota secante al final, y muy buena presencia en nariz; es un vino que cambiaba bastante a lo largo del tiempo que lo estuve bebiendo, mostrándose poco a poco , un vino para los que amamos los vinos distintos y seductores.
Una vez más, agradecer el trato que nos dispensaron a todos los que allí acudimos ese día, a disfrutar de una jornada de fiesta, ya que si bien, era el Día Internacional de la Mujer , aún no conozco una que no lo sea; especialmente agradecer a Matthias Lange su atención con nosotros, es un placer hablar de vinos con alguien que comparte contigo esa pasión, mas allá de ser un mero trabajo, muchas gracias.
R.
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