Revista Cocina
VINOS DE AGRICULTURA TRADICIONAL, MUY ORIGINALES Y NO APTOS PARA TODOS LOS PALADARES
La bodega Bernabé Navarro, dentro de su colección Viñedos Culturales, elabora dos vinos blancos con uva procedente de las orillas de las salinas de Torrevieja (Alicante), recuperando así una zona tradicional de producción de artesanal de vinos y salvándola de la especulación inmobiliaria.
Las viñas está situadas en el parque natural Las Salinas de Torrevieja, en pleno litoral mediterráneo alicantino y aunque con reposiciones, algunas tienen una edad media de 70 años. En poca extensión territorial se dan todas las orientaciones posibles, lo que hace que las fincas que tienen orientación oeste, consigan retrasar un poco la maduración, aunque la vendimia se lleva a cabo de media en la segunda quincena de agosto.
Los terrenos forman parte de una duna fósil (arenosos) y hacen que el viñedo sea de pie franco al no poder desarrollarse la filoxera. El régimen pluviométrico es casi inexistente y las viñas adquieren la humedad del rocío marino nocturno que hace que la arena del terreno esté siempre húmeda en cuanto se profundiza unos palmos por debajo de la superficie.
Al formar parte de un parque natural, está prohibido el uso de cualquier producto de síntesis ni herbicidas, por lo que se puede clasificar como agricultura ecológica estricta. Como curiosidad, añadir que los terrenos son propiedad del estado y se adjudican en usufructo a los agricultores por plazos determinados de tiempo
La uva se recoge en cajas de 15 kilos y se traslada a la bodega situada en el municipio interior de Villena, a unos 80 kilómetros tierra adentro, con un clima mucho más rígido y continental, donde se prensa y fermenta en barrica de 500 litros de roble francés nuevo, con levadura autóctona. Las barricas permanecen en el patio de la bodega a la intemperie entre 4/6 meses durante el otoño/invierno, sin realizar batonage. Realizan la fermentación maloláctica en barrica (quién lo diría al catarlos). No están clarificados ni filtrados.
VIÑA DE SIMÓN 2.010
Este vino está elaborado con uva de la variedad Merseguera, más conocida en la zona de la D.O. Valencia, pero con fuerte arraigo en las salinas de La Mata y en el Campo de Cartagena. Los últimos estudios ampelográficos han determinado que esta variedad es la misma que la doña blanca gallega.
Las viñas del Pago de Simón tienen una edad media de 70 años. La finca tiene orientación oeste, lo que retrasa un poco la maduración.
13º Merseguera 100%
VISTA: Color amarillo pajizo subido con destellos dorados. Limpio y brillante.
NARIZ: De intensidad media. En copa parada aparecen notas lácteas, fruta blanca (lichi y níspero) y algo de melón pasado. Agitando la copa encontramos vainilla y notas amaderadas. Continúan los lácteos.
BOCA: Entrada seca y fresca en demasía, con predominio de la acidez por encima de todo. Paso fluido con taninos mordientes. Centro hueco, con algo de cítricos (pomelo y piel de limón). Posgusto muy largo con recuerdo a hollejo verde y la acidez muy viva, aunque esa acidez no es tartárica y es buscada por el bodeguero.
EL CARRO 2.010
Este vino está elaborado con uva de la variedad Moscatel de Alejandría. Las viñas del Pago El Carro tienen una edad media de 30 años. La mitad del mosto se vinifica y cría en acero inoxidable durante 4/6 meses y la otra mitad en barrica de 500 litros siguiendo la misma técnica que en el caso de La Viña de Simón.
12,5º Moscatel de Alejandría 100%
VISTA: Color amarillo pálido, casi acerado, con destellos alimonados. Limpio y brillante.
NARIZ: De intensidad alta, con aromas muy francos con respecto a la variedad, aunque hay que buscarlos debajo del sulfuroso, que una vez trabajada la muñeca en plan centrifugadora, consigue disiparse algo y deja expresarse a unas notas florales (rosa marchita y laurel).
BOCA: Entrada seca y bastante fresca, con la acidez muy marcada. Paso lineal y fluido con algo de agarre de los taninos. El centro de boca se presenta cítrico (pomelo) y acídulo (vinagrillos), pero con la presencia de notas atlánticas (helecho y laurel). Posgusto muy largo que hace salivar en abundancia, combinando en grandes dosis la acidez y los amargores finales propios de la casta moscatel, aunque trabajada de tal manera que se muestre algo salino y corto en boca.