Ribera del Duero
En esta ocasión, conseguí invitación a este evento anual que se celebra en Burgos, en el que se reúnen un buen número de bodegas de la D.O. Ribera del Duero, para presentar sus novedades a los hosteleros burgaleses; era mi primera presencia allí, tras dos intentos fallidos en los años anteriores, y tenía una gran expectación ; el evento se desarrolla en un magnífico lagar del Restaurante La Galeria, donde cuento con buenos amigos como el chef Ignacio Rojo y o el sumiller Iñaki Ubierna ; antes de los discursos institucionales, hice un rapido vistazo por todos los stands presentes, y comprendí que no iba a ser fácil tarea , ya que el horario era reducido, y la oferta inmensa.Ribera del Duero
Pudo ser la casualidad, pero una de las bodegas que mas me apetecía catar estaba la primera a la diestra, y como un lobo hambriento, buscando su presa, me abalance sobre su stand ; allí, tras la mesa de Bodegas Vizcarra estaba Juan Carlos Vizcarra, que aún me recordaba de mi primera visita a su bodega ; ante mí, Senda de Oro 2011, Vizcarra 2010, brutalmente bueno, Torralvo 2009, uno de los mejores 2009 que he probado, de escándalo, el Celia 2009 , tempranillo y garnacha, me le encontré no suficientemente aireado quizás, y el Ines 2009 volvía a romper techos de calidad, con esa mágica presencia de uva merlot ; como un cándido me dije que volvería allí a tomarme la última, pero bien saben los dioses que las oportunidades pasan solo una vez, y a mi vuelta solo quedaba el recuerdo, y el casco vacío.

No demasiado lejos de ellos se encontraba mi próxima parada, la vallisoletana bodega Finca Villacreces, que acudían a esta cita con sus dos últimos Prunos, el Pruno 2009, un roble con media crianza que está actualmente en su punto, y el Pruno 2010, un vino que ha adquirido una gran fama por la gran puntuación que le otorgó este año Robert Parker, y que para mí, en estos momentos de noviembre, es la promesa de un vino excelente, pero aún le falta tiempo para que lo que Parker encontró en él, se nos haga meridianamente perceptible, a todos los mortales, nos obstante, si puedes agarra uno ; lo que no me dejo ninguna duda es que su vino Finca Villacreces 2006 es una gran apuesta ribereña, y lo recomiendo sin miedo a error.



Mi sprint final me llevó a dos bodegas muy queridas por un servidor, por un lado, Bodegas Carmelo Rodero que desde Pedrosa de Duero, nos volvió a confirmar su buen hacer, excelentes para mi estuvieron el TSM 2006 , puro placer hedonista, y el Carmelo Rodero Reserva 2004 , pecaminosos ambos, aunque me costó mas de entender el Pago de Valtarreña 2005, y mi última parada larga, con los amigos de Bodega Hornillos Ballesteros, con sus Mibal 2011 y Mibal Selección 2008, acabando mi tortura, con su último Perfil, demostrando una vez más, que muchas veces las joyas de la Ribera del Duero vienen de bodegas pequeñas y familiares, cargadas de verdad como es este caso.
