Para terminar con la trilogía que comenzamos con “Y aprovechando que pasaban por aquí (I): Las manzanillas” conoceremos al causante de que en pleno mes de julio se tocara a rebato entre el retén del enolobby charro y se acercaran a compartir sus vinos Pepe Herrero, de Herrero Bodega, y José Augusto -Novena Privincia, para los allegados al FB-: José Alberto Antequera, “alma pater” de Lazo Agroturística.
Pero conozcamos un poco más a José Alberto.
P.- ¿Cómo llega un profesor de geografía a gestionar una bodega como La Zorrera?
R.- Me hice bodeguero porque en casa teníamos una viña de unas seis hectáreas. La uva se vendía a cooperativas de Jumilla cuando tenía algo de precio y cuando no lo tenía, que era casi siempre, nos hacía vino alguien del pueblo. Llamar vino a aquellos brebajes infumables es un acto de bonhomía: se fermentaba a la romana, con la vendimia sin despalillar, en lagares mugrientos… En fin, con todos los inconvenientes de una zona pobre y de escasa tradición vinícola. El resultado era unos vinos claretes y alcohólicos, que se oxidaban con mirarlos, groseros, acéticos, guarrillos. Vino agrete, buen traguete decía la gente por aquí, pa que te te hagas una idea. Aunque hoy, con el cambio de paradigma y tanto tardohippy vinificando igual a eso le llamaban terroir…
Perdón por la digresión, sigo. Al filo de los 30 años, cuando empecé a aficionarme al vino, decidí intervenir, compre pequeños depósitos de inoxidable y una mini prensa y una despalilladora manual y poco más y en el sótano de casa comencé esta andadura de aprendiz de brujo…
En 2007 tomamos (Mª Angeles, mi mujer, y yo) la decisión de construir una bodega y reconstruir nuestra vida en torno a esta pasión. En mi descargo he de decir que la situación actual no la venían venir ni los listos, así que te puedes figurar este que suscribe…
P.- Situémonos ¿dónde está la bodega y variedades que cultivas?
R.- La bodega está en Férez, en la Sierra del Segura Albaceteña. La finca tiene un nombre muy simpático: La Zorrera (de ahí el apócope: Bodegas LAZOrrera…). El paisaje es realmente hermoso: olivos, viña y monte… Un sitio pobretón pero poco machacado. En la comarca queda muy poca uva, pero interesante. Son viñedos de montaña, situados entre los 600 y los 850 metros de altitud y dominados por la monastrell, plantada en pie franco, que aquí recibe un curioso nombre endémico: Alcayato…
Además de monastrell tenemos un poco de bobal, tempranillo y moravia agria, como variedades españolas, y también algunas parcelas de syrah, cabernet sauvignon, cabernet franc, y petit verdot.
P.- ¿De qué producción estamos hablando y clase de vinos elaboras?
R.- La producción de la bodega es muy pequeña, años de 10.000 botellas (2011) y años de 15.000 (2009) y se articula en torno a tres vinos: el Cabeza de Hierro con una base de monastrell y pequeños y variables aportes de otras variedades. El Fianza, años dominado por la syrah y años por la tempranillo. Y el Fianza Selección, un vino que no hacemos todos los años, solo cuando entra en bodega una partida de uva que nos mata (2007, 2010, 2011 pero no 2012). De los 2011 que catamos en Salamanca, hay unas tres mil y poco botellas de cada uno… y un rosado experimental de petit verdot y syrah, Rosa y Oro, (500 botellas, que ha gustado mucho e igual este año repetimos)
En 2012 hemos hecho una monastrell certificada ECO, de nombre Lacerta, seis barricas, que he vendido en premier… (te lo cuento y aún se me pone cara de gusto…)
Aunque no soy ningún fanático de la religión Bío, lo cierto es que nos va muy bien la práctica de una agricultura muy poco agresiva. No utilizamos sistémicos ni abonos inorgánicos ni herbicidas ni fungicidas ni pesticidas ni otros venenos. Eso sí, en bodega, acero inoxidable, máxima higiene, control de temperaturas de fermentación y mínimos aportes de sulfuroso…
Los vinos catados.
1.- Fianza 201090% syrah y 10% monstrell. 14,5% vol. Crianza en barrica de roble francés
Cata:
Bonito color picota con menisco rubí. Lágrima fina y capa media-alta.
En nariz necesita aireación ya que muestra notas de reducción, pero que con el tiempo despliega notas de fruta negra compotada, tostados y ahumados, apuntes de regaliz y balsámicos, sutiles notas de flores azules y cacao, y notas especiadas.
En boca muestra una buena acidez aunque resulta un pelín cálido. Tanino secante que habrá que pulir, pero muy disfrutable y con buen recorrido. Retro marcada por las notas frutales y balsámicas.
2.- Fianza Selección 2010
60% tempranillo y 40% syrah. 14,5% vol.
Cata:
Picota de capa media-alta. Atrativo y brillante.
En nariz notas iniciales de yogur de fresa y violetas, fruta negra y petalos de rosa secos, punta cítrica con sutiles minerales y notas de regaliz.
En boca muestra muy buena acidez con un tanino ligeramente secante. Retro con notas de regaliz y balsámicas. Se muestra goloso, fresco y largo. Muy disfrutable.
3.- Cabeza de Hierro 2011
50% monstrell, 17% bobal y el resto otras variedades. 14,5% vol.
Cata:
Picota de capa alta y menisco carmesí. Bonito. Lágrima fina, lenta y tintada.
Nariz marcada por las notas minerales, la fruta negra, los aportes florales, sutiles aromas de regaliz y mermelada de fresa.
En boca mantiene buena acidez y tanino goloso, pelín secante y astringente. Retro en el que predominan las notas minerales.
Vino con cuerpo, estructura y volumen. Largo y con vida. Para recatar y volver a disfrutar.
4.- Fianza Syrah 2011
100% syran. 15,3 % vol.
Cata:
Picota, capa alta, opaco. Brillante. Precioso.
En nariz flores azules, chocolate, minerales. Complejo e intenso. Para disfrutar moviendo la copa.
En boca tiene una excelente acidez que le da frescura en boca. Goloso y pelín tánico. Retro en la que la intensidad y la complejidad que se ha observado en nariz vuelve a dar sensaciones que lo hacen un excelente vino.
5.- Fianza Syrah Selección 2011 (muestra de barrica).
100% syrah. 15,78% vol.
Cata:
Impresionante en vista en la que se muestra con un color picota de capa alta, practicamente opaco. Limpio y brillante. Precioso.
En nariz toques lácteos iniciales que dan paso a notas de fruta negra, notas minerales, balsámicos, regaliz y apuntes de flores azules. Complejo.
En boca con esa graduación se mantiene fresco, lagro, envolvente y con volumen. Intensa retro que lo hacen candidato a ser un muy buen vino dentro de un año.
Conclusiones:
Si estamos en la tendencia de que se empieza a dar importancia al terruño en este país, creo que Bodegas Lazo debe de entrar en esa categoría. Vinos con personalidad, alejados de modas y gustos generalizados, pero en los que marca la tierra, el clima, la casta de unas viñas enclavadas en Sierra del Segura. Y si a eso añadimos una excelente RCP, pues miel sobre hojuelas.
Recuerdo que hace unos días Víctor de la Serna hablaba en www.elmundovino.com de que nos encontramos en un momento en que los nuevos viticultores apuestan más por el terruño:
“Otra vuelta de tuerca al renacer del vino en España –algo en lo que se fijan más fuera de nuestras fronteras que aquí– es la que estamos constatando este año en las catas de elmundovino: no ya los nuevos/viejos viticultores apegados al terruño, a la viña y a los vinos sinceros sin manipulación tecnológica, sino una creciente insistencia en los vinos de un pago o de un majuelo determinado, en la expresión más particularizada del terruño. Y ello, en absolutamente todas las zonas vitícolas del país.“
Ahora sólo falta apostar por ello e invertir la alicaída tendencia del consumo de vino en España disfrutando de las elaboraciones que salpican esta piel de toro de la mando de excelentes viticultores y bodegueros (les recomiendo que lean el artículo de Víctor).
Y como el camino se anda con pan y vino nos reunimos en nuestra sede en la que disfrutamos con un Carpaccio de bola de ibérico y tomate
y con un Cilindro de rabo de toro deshuesado, entre otros platos elaborados por el equipo de cocina del Gastrobar Lilicook.¡Salud y buen vino!