Revista Cocina
Seguimos con deliciosos postres lactéos, acompañado de frutas de la pasión, el Maracuya. Es una fruta originaria de Centroamérica y Suramérica. La pulpa, el zumo, las flores y la infusión de las hojas de maracuyá tienen un efecto relajante, pudiendo utilizarse como calmante. Esta fruta contiene unas pepitas de color negro que también son comestibles.
800 ml. leche desnatada1 yogur natural2 cucharadas de leche en polvo2 cucharadas de azúcar6 maracuya
Lo primero que haremos será abrir 4 maracuyás y retirar toda la pulpa en un bol, yo he desechado esta vez las pepitas negras. Mezclamos la pulpa obtenida con la leche, el yogur, la leche en polvo y el azúcar. Llenamos los vasitos de la yogurtera con la crema, y dejamos esta encendida durante 8 horas, pasado ese tiempo, sacamos los vasitos, los tapamos y los dejamos enfriar en el frigorífico durante 4 horas. A la hora de servir, retiramos la pulpa de los dos maracuyas que no habíamos utilizado, desechamos las pepitas negras, y ponemos una cucharada de esta pulpa en cada yogur.
El motivo por el que no he utilizado las pepitas negras ha sido porque a mis hijas no les hace ni pizca de gracia encontrarlas en el yogur, pero también son ricas y nutritivas.