{Primavera de Giuseppe Arcimboldo}
Tu alimentación debería cambiar con las estaciones. Comer los alimentos propios de cada estación, preparados adecuadamente, es la mejor forma de estar en armonía con la naturaleza.
La primavera es el comienzo natural del año. Es una época de crecimiento y renovación. El momento de dejar atrás las ropas abrigadas y las comidas pesadas y optar por alimentos frecos y livianos.
El principal color asociado con la primavera es el verde. Por lo tanto, concéntrate en los alimentos de este color, que representan el nuevo comienzo de esta temporada.
Algunos alimentos característicos de esta época del año y que, por lo tanto, no pueden faltar en tu alimentación primaveral son:
- Verduras de hoja: acelga, espinaca, lechuga, rúcula, berro, endibia, repollo.
- Brotes: de soja, de alfalfa o de cualquier otra semilla de cereales y/o leguminosas.
- Hierbas aromáticas frescas: albahaca, perejil, cilantro, menta.
Para aprovechar al máximo sus nutrientes consúmelos crudos o cocidos (no recocidos) al vapor.
La primavera es una época ideal para desintoxicarse. Recuerda beber infusiones de hierbas (té verde, de menta, cedrón o romero); te ayudarán a eliminar toxinas y mantenerte bien hidratado.