Claramente las granadas que disponía Persefone para seguir dando color y fruto a la tierra, se han consumido, y cumpliendo con la palabra dada, el invierno empieza a devorar sus días de dominio sobre la tierra castellana. Personalmente esta época me ayuda más a consumir, ya que sigo siendo de tintos, y mis ojos vuelven a abrirse en búsqueda de nuevos territorios. Algo así me pasó al entrar en una tienda ecológica de Burgos La Tienda Orgánica y encontrarme con este vino . Me fijé bien en la añada para evitar cercanos disgustos, pero la dependienta amablemente me dijo que era la última botella que quedaba, y no era cuestión de salir con las manos vacías. Frecuento habitualmente dos de estas tiendas eco , y uno en ellas puede encontrar interesantes propuestas vinícolas, ya que es bueno arriesgar, aunque el comprar un tinto en un estante es una probada temeridad.
El Alumbro 2012 está elaborado por la Microbodega Rodríguez Morán , desde Villamor de los Escuderos y perteneciente a Vino de la Tierra de Zamora ; está elaborado con Tempranillo de viñas ecológicas, con un paso por barrica de apenas dos meses . Presenta un color rojo picota de capa alta , ribete grana, lágrima fina y persistente, con un volumen del 14,5% ; en nariz fruta roja madura, recuerdos a monte y un punto de pimienta negra, buena intensidad; en boca franco, goloso, cuerpo medio, sin despuntes de madera, equilibrado, buena entrada y ya con la acidez baja, la fruta mas domada, en boca marca realmente su edad ya, regusto amargo final. Recomiendo airearlo un poco, y tomarlo ya, quedándome con ganas de volver a añadas más actuales ; me pareció correcto el símil que utilizó Moreno al calificar el vino como de primera comunión , espero probar esos vinos mas díscolos .
El nombre del vino nos acerca a una vieja técnica vinícola de la zona zamorana, donde se pica la base de la viña en invierno para evitar la proliferación de hongos, alumbrando la viña ; arduos trabajos como este, hecho manualmente, dan cuenta del esfuerzo de esta pequeña bodega por intervenir los menos posible en la elaboración del vino, dentro de unos parámetros orgánicos , sin aditivos y con algún destello biodinámico , aunque se guarda de no utilizar la palabra.
La preparación de la entrada ha supuesto un placer especial, al poder entrar en contacto con Juan José Moreno, conocer de su primera mano la filosofía de la bodega y contrastar opiniones sobre este vino en particular ; una vez más, la eterna lucha de David contra Goliath, la del camino duro y manual, frente a la sencilla modernidad .
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