Ya conocíamos Bilbao Berria, habíamos entrado alguna vez su local al lado de la Catedral de Barcelona para hacer algún pincho. Pero no nos habíamos sentado a comer sus platos. Siempre había sido algo más informal. No hace mucho, unos meses abrieron en el Centro Comercial de L’Illa y si no estoy equivocada, es su última apertura en la Ciudad Condal.
Este local, aunque pertenece al centro está casi en el exterior, en el pasillo de entrada de la calle Numancia, lo que le da algo de flexibilidad en el horario respecto a los que están dentro, sobre todo por las noches. De ahí que pueda ofrecer un menú degustación para las cenas. Nosotros llegamos en plena hora punta del mediodía, el local está a tope. Los camareros bailan a ritmo vertiginoso y bien coordinados. Está claro que no es una avalancha puntual, tiene pinta de repetirse a diario. Tanto en su barra típica, llena de pinchos, como en las mesas no para de levantarse y sentarse gente para disfrutar de su menú de mediodía. A pesar de la aglomeración, son rápidos y eficientes. Nos sentamos y enseguida para hacer boca, nos traen una tapa de Ensaladilla Rusa casera, con sus picos de pan. Ideal como tapa para romper el hielo. El menú degustación empieza con una ensalada. Pero no es una ensalada cualquiera, sino con foie, una brocheta de gambas pasada por la plancha y mezclum en la que también encontramos algún fruto seco y servida con pan tostado. Una ensalada que no sería aceptada en ninguna dieta de adelgazamiento, con una muy generosa ración de todos los ingredientes. Nos parecieron especialmente sabrosas las gambas. Unas berenjenas fritas con queso de cabra y miel fue lo siguiente. No eran rodajas y estaban fritas con una fina capa de harina que les hizo pecar de algo de exceso de aceite, por otro lado algo bastante habitual en las berenjenas que tienen un gran poder de absorción. Retirando el queso cada lámina se convertía en un bocado. Quizá “fotográficamente” hablando era el plato menos atractivo, pero lo repetiría sin duda. El menú también incluye una degustación de croquetas de bacalao y de jamón. Por su tamaño se aprecia que también son caseras. Contundentes, sobre todo la de jamón, con un interior casi de cuchillo y tenedor. La de bacalao algo más ligera de textura pero más sabrosa para mi gusto. Me quedo con la de pescado. Seguimos con una cazuelita de gambas al ajillo. Igual que en el caso de la brocheta que acompañaba a la ensalada. Las gambas eran grandes y en su punto. Un plato sencillo, de siempre, pero muy conseguido. A veces es más complicado lucirse en este tipo de elaboraciones que en otras más sofisticadas, ya que siempre son inevitables las comparaciones. Por último llega la carne. Unos dados de solomillo con salsa de mostaza. Una ración sobrada para compartir y aceptable de sabor, con unos tacos de buena medida para comerse en un par de bocados y con buen punto de cocción. La salsa no invadía y le añadía sabor. Optamos por un postre para compartir, pero nos aconsejaron que probáramos su crema catalana que era la que entraba en el menú diario de mediodia y que no había “final feliz” sin algo de chocolate, así que les hicimos caso. La verdad, cualquiera de los dos es válido. Buena crema, espesa y con su carquiñoli de rigor. El coulant pasó la prueba de fuego con nota. Bilbao Berria nos gustó también en su mesa y mantel y no sólo en su barra. Desde que fuimos, hemos comentado con gente nuestra visita. Muchos ya lo habían visitado, y todos hemos coincidido que es una muy buena opción y un menú más que correcto por el precio: 23,90 Euros. No esperéis a ir de compras, visitar su local de la Illa bien merece un viaje expreso.