Revista Cocina

Calendario de Adviento 2016. Día 4

Por Soniaif

¡Bienvenidos al cuarto día del Calendario de Adviento 2016 del blog!

Hoy os presento mi objetivo favorito (hasta el momento) para fotografía culinaria. Sus pros y sus contras.

¡El Nikon 85mm f1.8D!

Calendario de Adviento. NIkon 85mm

El día que pedí a sus majestades los Reyes Magos este objetivo, mi intención era utilizarlo para fotografía de retratos, una disciplina con la que mantengo una relación de amor-odio. Sin embargo, pronto pasó a ser mi objetivo favorito para fotografía culinaria. Estas son mis razones, que no tienen que coincidir con las de otros usuarios, pero espero que os ayuden a conocerlo un poquito mejor:

Pros y contras del Nikon 85mm f1.8D

Siempre que me preguntan por un objetivo bueno y adecuado para fotografía culinaria, respondo que todo depende del tipo de fotografía culinaria que se quiera hacer.

Mi estilo es más bien sencillo, con composiciones de pocos elementos, poniendo el énfasis en las texturas y la luz,  y (hasta hace poco) no demasiada produndidad de campo.

El Nikon 85mm f1.8D me ha dado todo lo que le pedía para estos casos y mucho más. Estos son algunos ejemplos:

Pros y contras del Nikon 85mm f1.8D

  • Es un objetivo robusto, sólido y resistente. No te da la sensación de objetivo de juguete de plástico. Aunque es algo pesado, se compensa con las anteriores cualidades. Fijaos en el parasol abollado en la primera fotografía que aparece en el post. Normalmente siempre lo tengo puesto. Sé que quita luminosidad, pero también te salva de disgustos en caso de caída, que es precisamente lo que me pasó a mi. Gracias al parasol, y a la robustez del objetivo, tras la caída, lo único a lamentar, fue el ligero abollamiento que podéis ver.
  • Es un objetivo muy luminoso, con una apertura máxima de diafragma de f1.8, y mínima de f16. Perfecto para crear un bonito fondo desenfocado. Cremoso y natural. En la fotografía de los huevos en el cazo de cobre, utilicé una apertura de f2.8, consiguiendo ese precioso bokeh y nitidez.
  • Por su distancia focal puedo cerrar el ángulo de visión, concentrando la atención sobre el sujeto protagonista de mis fotografías. Además, tiene una distancia de enfoque mínima de 80 cm. No es muy pequeña, pero hasta que me haga con mi nuevo objeto de deseo, me va sirviendo para mis propósitos.
  • Las imágenes tomadas tienen un contraste muy justo y unos colores muy naturales. Eso sí, y como defecto, puedo contaros que en aperturas máximas, se produce cierta aberración cromática que me trae de cabeza, pero nada que no se pueda solucionar con Lightroom o Photoshop.
  • Otro inconveniente: el precio. Es un objetivo que puede resultar un poco caro si no se dispone de un gran presupuesto, pero no tan costoso para este tipo de lentes.

En conlcusión:

Me encanta mi objetivo Nikon 85mm f1.8D. Lo utilizo un día sí y otro también, tanto en fotografía culinaria, como de producto. Y cuando quiero hacer un retrato, este es el objetivo que uso sin dudarlo.

Nikon 85mm f1.8D

¡Larga vida a esta joya!

¡Os espero mañana!

Sonia


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