Los canelones admiten multitud de rellenos, y aunque es un plato fácil de preparar,
ya que hay que preparar la salsa de tomate, la bechamel, el relleno y también hay que hornearlos.
De todos modos, el resultado merece la pena.
Aguantan perfectamente la congelación, por lo que se puede preparar una buena tanda y congelar
en porciones y de este modo se organiza la comida de unos cuantos días.
- 16laminas de canelones precocidos
- 1 puerro (la parte blanca)
- 1 manojo de espinacas frescas (500 g. aprox.)
- Queso parmesano rallado
- Poner en remojo las placas de canelones hasta que estén al dente.
- Sacar del agua sobre un paño de cocina para eliminar el exceso de agua, y dejar a la espera.
- Tostar los piñones en el microondas unos minutos, con mucho cuidado de que no se quemen. Dejar a la espera.
- Cortar la cebolla y el puerro en trocitos pequeños. Rallar las zanahorias y pochar en un buen aceite de oliva virgen.
- Cuando las verduras estén en su punto, incorporar las espinacas bien lavadas y rehogar unos segundos hasta que pierdan volumen.
- Incorporar los piñones y mezclar todos los ingredientes.
- Apagar el fuego y añadir unas cucharadas de salsa bechamel y salsa de tomate.
- Rellenar los canelones.
- Echar en el fondo de una fuente apta para horno, unas cucharadas de salsa de tomate e ir distribuyendo los canelones.
- Bañar por encima con salsa de tomate y sobre la salsa de tomate verter la salsa bechamel.
- Repartir sobre las salsas abundante queso parmesano rallado.
- Meter en el horno precalentado a 200º unos 15 minutos, o hasta ver que la salsa comienza a hervir.
- Si el queso no hubiera quedado bien gratinado, cambiar la posición del horno y poner el grill hasta que el queso se funda y empiece a dorarse.