Revista Cocina
A estos caracoles les llamamos en Sevilla CABRILLAS. A partir de Abril es muy usual encontrarlas en los bares de tapas así como los "blanquillos" que son de menor tamaño y que se preparan de forma diferente.
La limpieza y preparación de los caracoles es un poco complicada, más que complicada lenta, así que recomiendo comprarlos ya limpios y envasados, son bastante buenos y nos ahorra lo engorroso de este paso.
Hagamos acopio de nuestro pan preferido para mojar la salsa resultante porque estas sopas de pan igualan sino superan a cualquier manjar por muy caro que sea... (esta frase no es mía sino de Loli, pero la he tomado prestada por lo grafico.
La cosa es que, por culpa de "alguien" que me dio envidia desde la lejanía, no he tenido más remedio que quitarme el antojo de alguna manera y os aseguro que estaban buenísimos. Eso de querer y no poder...
Ingredientes:
- 1 Kg de caracoles ya limpios
- 4 cucharadas de tomate triturado
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla mediana
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 2 rodajas de pan duro
- 1 vaso de vino blanco
- Especias para caracoles (cilantro, comino, pimienta en grano...)
- 1 hoja de laurel
- Unas hojas de hierbabuena
- 1 ó 2 guindillas
- Aceite de oliva
- Agua
- Sal
Elaboración:
Preparamos una cazuela, colocamos los caracoles con unas hojas de hierbabuena y las especias de caracoles en una muñequilla (tela de algodón cerrada con un hilo a modo de saquito).
En una sartén con aceite de oliva ponemos el laurel y todas las verduras picadas y las sofreímos, añadimos el tomate triturado y cuando esté listo agregamos el pimentón, removemos y lo volcamos sobre los caracoles.
Echamos el vino blanco y cubrimos de agua. Freímos las rebanadas de pan y las machacamos en el mortero con un poquito del caldo y lo añadimos a la cazuela. Salamos y ponemos la guindilla. Cocemos unos 15 minutos hasta que la salsa espese.