¡Hola de nuevo, amantes del vino!
El mes pasado os hicimos una introducción a la cata de vinos, hablando de la fase visual de este: qué ver cuando te sirven una copa de vino, qué significan los colores o la densidad de este…
Hoy venimos con la siguiente fase, la fase olfativa de la cata de vinos. Nuestra intención es que, cuando terminemos, seas todo un experto y puedas exhibir tus nuevos conocimientos.
Esta fase es una de las más importantes, ya que podremos apreciar todos los matices del vino antes de probarlo. Y como todo, no es nada fácil dominar esta técnica, ya que el olfato es de los sentidos menos desarrollados.
Para poder llegar a un análisis olfativo correcto, debemos ejercitarlo de la manera adecuada para captar todos los matices.
Existen dos maneras de oler un vino: la vía nasal directa o la vía retronasal.
- Vía Nasal Directa: para esta técnica existen diferentes pasos.
- Oler la copa en reposo: aquí se detecta la cantidad e intensidad del aroma.
- Oler al agitar la copa: mientras se agita la copa, el vino comienza a airearse y a desprender sus moléculas más volátiles. En este paso deberemos realizar varias inhalaciones cortas pero lentas, para poder percibir todos los matices posibles.
- Oler tras dejar reposar la copa: tras dejar reposar la copa, volvemos a inhalar el vino analizando qué diferencias hay en el aroma.
- Vía Retronasal: esta percepción viene del calentamiento que se produce en el vino. Gracias al movimiento de nuestra boca, se desprenden aromas que acentúan la percepción de este.
Una vez nos tragamos el vino, la laringe ejerce una presión que desplaza los vapores hacia la nariz.
Ahora, vamos a hablar de los diferentes aromas del vino. Estos se pueden dividir en varias clasificaciones:
- Aromas vegetales o primarios: pueden ser de carácter mineral, frutal, floral, etc.
- Aromas secundarios: estos se generan gracias al metabolismo de las levaduras y bacterias lácticas si hablamos de vino tinto.
- Aromas terciarios: a estos aromas se les conoce como bouquet y se generan en el envejecimiento del vino, en barrica o directamente en botella.
Como hemos comentado antes, la fase olfativa es la más complicada. Por este motivo, agrupamos los aromas en familia para que sean más fácilmente identificable.
- Familia frutal: en los vinos blancos predominan las frutas blancas y amarillas y en los tintos las frutas rojas o negras.
- Familia floral: igual que en la familia frutal, en los blancos predominan las flores amarillas y blancas y las rojas en los tintos.
- Familia química: estos suelen ser los relacionados con los defectos que tiene el vino.
- Familia vegetal: este tipo de aroma viene de la variedad del vino o por la maceración excesiva de la uva.
- Familia balsámica: aparece cuando hay una maduración en barrica.
- Familia especiada: son olores de especias que completan el aroma del vino.
- Familia empireumática: estos aromas proceden del tostado de las barricas.
Si quieres aprender sobre la fase gustativa de la cata de vinos, ¡no te pierdas nuestros siguientes posts!
¡Elige tus vinos!
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