Revista Cocina

Celeste Crianza 2016: un vino para todos los públicos.

Por Baco Y Boca @BacoyBoca

Este tinto de la bodega Pago del Cielo en la Ribera del Duero es perfecto para cualquier momento del día.

La Ribera del Duero se sube al tren de los nuevos tiempos.. Muchas de sus bodegas han empezado ya a trabajar en una línea más moderna, adaptándose a los nuevos gustos del consumidor, llegando así a un público más sibarita y urbano que toma una buena copa de vino sin más excusa que el puro placer de disfrutarlo. Celeste Crianza 2016 es buen ejemplo de cómo se plasman las nuevas exigencias de los consumidores sin que se pierda la esencia de un terroir único. 

Fue el primer vino elaborado por la bodega Pago del Cielo bajo la supervisión de Juan Ramón García, vinculado a la bodega desde hace más de doce años. El contraste de temperatura entre el día y la noche moldea la uva tinta fina en viñas plantadas a casi 900 metros de altura. Finalmente, el vino se redondea durante 12 meses en barricas de roble francés. 

Estas serían algunas de sus características que definen cómo y dónde se empieza a elaborar el vino. Pero decir que Celeste Crianza 2016 es un vino fresco, intenso y rotundo define las características del vino que nos encontraremos en la botella.

Tenemos cierta tendencia a clasificarlo todo. Realizamos asociaciones de ideas que resultan poco flexibles, llevándonos en muchos casos a repetir las mismas fórmulas una y otra vez sin dar nuevas oportunidades.

Celeste Crianza 2016

Ese podría ser el caso de relacionar un vino tinto de la DO Ribera del Duero con comidas copiosas de celebración y compuestas de grandes guisos de horas de chup chup; comidas de aquellas a las que no le vemos final (ni queremos vérselo). 

Y no es que tenga una opinión contraria a este binomio, pero hoy en día no podemos contemplarlo como la única opción para tomar un vino como Celeste Crianza 2016.

Sus virtudes le dan una gran amplitud a la hora de elegirlo para cualquier comida. Está claro que lo primero que hará que nos decidamos por escogerlo es el gusto personal de cada uno, algo  que no admite ningún tipo de reproche. Por otro lado, es posible que algunos sumilleres profundizaran mucho más en el maridaje y entraran en detalles que a los no profesionales se nos pasarían por alto, pero se trata de escoger un buen vino para acompañar nuestra comida, bien sea por celebración, por gusto o para llevar de cortesía en cualquier invitación. 

Celeste Crianza 2016 se convierte en ese tipo de vino versátil. Casi un comodín que nos sirve para prácticamente todas las carnes (cerdo ibérico, caza, ternera o cordero) elaboradas casi de cualquiera de las formas posibles. Sean a la brasa, al horno o guisadas, no se puede negar que son dos grandes aliados. Pero no hay que darle esa única oportunidad. Escoger Celeste Crianza para acompañar un buen plato de verduras frescas a la parrilla también es una opción bien válida. Es más, para aquellos vegetarianos que quieran ir un poco más allá y darle un toque de sofisticación siempre podrán escoger una ratatuille.  

En cualquier caso, sea cual sea la elección del plato principal, una de las mejores formas de disfrutar de este vino es saliendo de los cánones y elegirlo como una de las mejores formas de despedir el día: Una copa de Celeste Crianza y un buen chocolate con un alto porcentaje de cacao es perfecto para dar las buenas noches. 

¡Salud!

Celeste Crianza 2016: un vino para todos los públicos.

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