De éste modo, tengo la verdura perfecta para utilizar en cualquier momento.
Me parece interesante éste post, y espero que os sirva de ayuda.
Cogemos la verdura y la limpiamos, cortando las puntas:
Las troceamos al tamaño que más nos guste y las lavamos con abundante agua:
Una vez lavadas, las escurrimos y las metemos en una bolsa para congelar:
Las metemos al congelador y cuando las necesitemos, sacamos del congelador y sin descongelar la echamos a la olla. Bien para cocerlas, añadirlas a un guiso o como queráis prepararlas.
Mantienen perfectamente el sabor y la textura. Probadlo y ya me contaréis.
