– Marina Muñoz Cervera –
La alimentación debe ajustarse a los requerimientos de cada etapa de la vida.
Antes de plantearnos qué tipo de alimentos debemos consumir y las cantidades necesarias, debemos incluirnos en el grupo etario que nos corresponde, porque nuestro organismo tiene diferentes demandas, dependiendo de la edad que tengamos en el momento concreto.
1.- Situándonos respecto a nuestra edad y circunstancia.
Hay edades y situaciones que exigen mayor atención al aspecto nutricional, ya que aumentan los requerimientos de nutrientes concretos y son las siguientes:
– Durante el embarazo.
– Bebés de 0 a 24 meses.
– Niños de 2 a 10 años.
– Adolescentes de 11 a 17 años de edad.
– Mayores de 65 años.
– Durante la enfermedad.
En cuanto a los adultos sanos, tenemos de tener una idea de cómo calcular el total de calorías que necesitamos para llevar a cabo nuestras actividades diarias, y aportar los macronutrientes en las proporciones adecuadas, así como mantener el criterios de variedad en los alimentos que consumimos, día a día. El cálculo del balance energético, lo veremos en el tema 4 de este curso.
2.- Seleccionando bien los alimentos y cuidando la preparación de las comidas.
– Adquiriendo hábitos alimenticios saludables.
– Comprando los alimentos adecuados.
3.- Manteniendo los alimentos inocuos y nutritivos.
– Inocuidad de los alimentos en los lugares de venta.
– Inocuidad de los alimentos en el hogar.
Todos los aspectos mencionados son importantes. Mantener la salud implica una serie de actividades que están directamente relacionadas con el consumo de alimentos. De poco nos sirve tener una información precisa sobre nuestras necesidades reales, y sobre el tipo de alimentos que necesitamos, si no sabemos cómo conservarlos o comprarlos para resulten inocuos, es decir, no nos provoquen enfermedades, debidas a un mal estado de conservación ya sea en el establecimiento que lo vende o en el hogar.
Con esta entrada, introducimos en tema 3, que comprende las lecciones 6, 7 y 8 del curso de la FAO Alimentarnos bien para estar sanos, que estamos incluyendo dentro de la categoría Lecciones de alimentación sana de este blog.
Iremos viendo, en entradas sucesivas, los diferentes puntos que se plantean, con mayor detenimiento.
Y, para terminar, solo comentaros que el concepto «alimentación sana» es amplio, pero supone un ayuda incalculable para vivir, día a día, con salud, previniendo enfermedades a las que estamos abocados si nuestra alimentación es insalubre, y manteniéndonos más fuertes para afrontar otras, que surgen del ambiente o de habitat. Las infecciones producidas por virus y por bacterias, se manifestarán de diferente forma en un organismo bien alimentado, que en otro que no lo está, y de ello dependerá la gravedad de la enfermedad, la duración de la misma, y la posibilidad de secuelas.
Una alimentación sana no nos inmuniza frente a todo, pero nuestro organismo es mucho más resistente, nuestras emociones son más equilibradas, y todo ello determina que nuestras acciones y reacciones sean más sanas.
Fuente:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Alimentarse bien para estar sanos”. Depósito de documentos de la FAO. Roma, 2013. ISBN 978-92-5-107610-1.
Imagen:
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