Ingredientes
50 gr de mantequilla
2 cucharadas de harina 250 cl de leche Una cebolla 1 cucharada de nueces peladas 1 cucharada de almendras 1 cucharada de pistachos pelados 1 cucharada de pipas de girasol Nuez moscada Pimienta Pan rallado Un huevo Sal Aceite de oliva
- Picamos la cebolla en brunoise (juliana muy fina) y la pochamos con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal, a fuego lento y sin dejar que tome color. Escurrimos y reservamos.
- Derretimos la mantequilla a fuego suave y cuando ya esté líquida añadimos la harina, removiendo para que quede bien mezclada. Cocinamos hasta conseguir una crema suelta, removiendo siempre. Agregamos la cebolla pochada y salpimentamos.
- Añadimos la leche templada según nos lo vaya pidiendo la mezcla, cuidando de remover bien para evitar grumos.
- Cuando ya se vaya despegando de la sartén agregamos los frutos secos picados, la nuez moscada al gusto, y mezclamos cuidadosamente. Seguimos removiendo hasta que la bechamel se despegue de la sartén, añadiendo algo más de leche si fuera necesario.
- Vertemos en una fuente y dejamos reposar como mínimo un par de horas. (Mejor de un día para otro.)
- Formamos las croquetas en forma de pequeñas bolitas, a modo de albóndigas, las pasamos por pan rallado, huevo batido y pan rallado de nuevo y las freímos en abundante aceite muy caliente con el fin de que nos queden crujientes por fuera pero cremosas por dentro.
- Escurrimos en papel absorbente y servimos.