Las lluvias y el otoño generan en los castellanos ese irrefrenable deseo de comer cocido, y aquí en los alfoces de Burgos, el cocido típico se basa en las autóctonas alubias rojas de Ibeas , y sus sacramentos (chorizo, morcilla y partes diversas del cerdo), y quizás el mejor sitio para degustarlas sea el Restaurante Los Claveles, en Ibeas de Juarros, a tiro de piedra de los Yacimientos de Atapuerca; en verdad yo no soy muy amigo de los platos de legumbres, pero ver a mi gente comiéndolos me hace pensar en lo mucho que me pierdo; era jornada de reflexión, aunque la mía venía relacionada con el vino que acompañaría esa comida de sábado, y como muchos me dijeron, un Ribera!
El David de Sebastian 2009 es un vino joven 100% tempranillo , sin crianza, elaborado en Olmedillo de Roa, uno de mis lugares preferidos de la Ribera del Duero; el vino tiene un vivo color rojo cereza, de capa media, buena intensidad en nariz, fruta roja, frambuesas, con un fino paso en boca, ligero para ser un 2009 sin crianza en madera, agradable y sin pretensiones; en su elegancia supera a otros jóvenes sin el adorno de la madera, y es un éxito su control sobre esa potente uva de 2009, aunque que nos podemos esperar de uno de los puntos mágicos de la Ribera, Olmedillo de Roa.
En ocasiones he hablado de la competencia sobre los vinos jóvenes en la hostelería de Burgos, pero he de incidir en que este joven presenta también sus cartas en esa batalla, en la que los mejor colocados siguen siendo Pradorey Roble, Callejo Cuatro Meses, Cillar de Silos, Balbas y este David de Sebastian, que muchas veces ha acompañado un ardiente plato de bravas castellanas, a la sombra de la Catedral, que sean muchas más!
R.
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