Pocas cosas hay más típicas en nuestro país que un buen jamón ibérico. Desde siempre he visto en mi familia o bien el jamón que mi abuelo nos iba cortando o bien ya preparado, loncheado, y es que este embutido tan delicioso, puede solucionar una cena y más ahora en verano en el que entrar en la cocina a cocinar con los calores se hace casi una misión imposible.
Además, el jamón ibérico es bueno para la salud, ya que en nuestra famosa dieta mediterránea, además de la fruta fresca, verduras, hortalizas, legumbres y carne y pescado, últimamente ha habido estudios que señalan que los beneficios de comer jamón ibérico dentro de una alimentación saludable.
El jamón ibérico nos asegura una ingesta en vitamina B y vitamina D. Es rico en hierro, por lo que es un aliado perfecto para prevenir la osteoporosis, magnesio, fósforo y zinc. Además está presente el selenio que está muy ligado a procesos de antienvejecimiento.
Como ya señalan en https://www.revisan.com el proceso de selección se produce de forma artesanal, y se aseguran que se cumplen los estándares de calidad
Ni que decir tiene que es una fuente de proteínas y tiene bajo contenido en grasas y sal. Tiene un alto contenido en ácido oleico, es decir, cuando consumimos jamón nos estamos beneficiando de este porcentaje y tiene un efecto beneficioso en el colesterol en sangre, elevando la tasa de colesterol bueno.
En cuanto a las recetas con jamón ibérico, hay muchísimas, se puede disfrutar tal cual (a nosotros nos encanta), pero también lo disfrutamos en el desayuno con un buen pan tostado, un chorrito de aceite, un poco de tomate y el jamón… es delicioso y te da energía para todo el día.
También podéis agregarlo en forma de taquitos a un salmorejo, una receta muy española, concretamente cordobesa y que es deliciosa para comer y para cenar. También en taquitos yo suelo utilizarlo en la ensalada de alubias que hacía mi abuela en verano.
Como os he dicho, otra manera de introducir el jamón en nuestras cocinas es agregarlo a las ensaladas, como esta ensalada de pasta con jamón. Es ideal para llevarla a la playa o para la montaña, además se hace en un momento y el jamón le da un toque de sabor espectacular, solo tienes que agregarle lo que quieras y acompañarlo de tu salsa favorita o simplemente un pelín de aceite. Seguro que no os defrauda.
Además de estas ideas que os estoy dando no podía dejar de acordarme de famoso melón con jamón, un plato muy famoso hace unos años y que a muchísima gente le encanta. Y es que una preparación tan sencilla como una rodaja de melón y un jamón, resulta deliciosa, por el contraste de sabores. Además si el melón está fresquito ya es una cena de verano de diez, y sin ningún tipo de preparación, creo que no se puede pedir más.
¿Y vosotros? ¿Coméis habitualmente jamón?¿Hacéis recetas?¿Cómo lo coméis? Dejádmelo en comentarios.