Después de tres meses confinados, sin a penas salir, nada más que a trabajar, comprar y poco más, empezamos a saborear la "nueva normalidad". Una normalidad llena de mascarillas, guantes, geles y mucha separación social
Se paralizaron las comuniones de abril y mayo y se pasaron a septiembre y octubre...y hasta noviembre
Se cambiaron los regalos por mascarillas y las compañías de familiares y amigos, a solo familiares y con suerte de no tener mucha familia porque si no, tampoco lo podrías disfrutar
En fin, un poco rollo todo, pero la gente en general queremos volver a vivir, a seguir con nuestras cosas, con nuestras celebraciones y regalos, y aunque fueran a medio gas, ahí hemos estado ...ahí habéis estado
Gracias a todos los que habéis seguido confiando en nuestro trabajo y así poder levantar un poquito el ánimo y las ganas de seguir luchando