Los vinos de Amandi eran ya apreciados por celtas y romanos, quienes llegaron a llamarles el oro líquido del Sil. Las laderas de la margen derecha de este río son especialmente adecuadas para el cultivo de la vid, por su orientación e inclinación, a veces tan escalofriante que parece imposible que puedan realizarse las labores propias de la viticultura.
En 1996 se crea definitivamente la DO Ribeira Sacra, de la cual Amandi es una subzona situada en la provincia de Lugo, con Monforte de Lemos como centro geográfico, y con una lengua de tierra que se extiende justamente en la ribera del Sil.
En la parroquia de Santa Cuuz de Brosmos, concello de Sober, se creó a principios de siglo Guímaro, una bodega que sufre una importante reforma en 1991, para adaptarse a lo que ya veían avecinarse, la creación definitiva de la DO Ribeira Sacra. Actualmente tiene una capacidad de producción de 28000 litros, todo proveniente de sus propios viñedos, y elaboran fundamentalmente 3 vinos, dos con crianza en barrica de roble francés, Guímaro B1P y Guímaro B2M, del que ya hemos hablado aquí, y el que he probado esta vez, su vino joven.
Guímaro 2009 (DO Ribeira Sacra, tinto joven 100% Mencía, Guímaro) muestra un bonito rojo picota aframbuesado, de capa media, limpio y brillante, con ribetes amoratados que denotan su juventud. Nariz agradable y de buena intensidad, destacando una compleja mezcla de frutas frescas (frambuesas, moras), flores, levadura de panadería y algún recuerdo herbáceo. En boca es una delicia, frutosidad intensa, acidez intensa y agradable, y marcados taninos de la fruta, que lo hacen gratamente astringente. Diría que es un vino con espículas, con bordes que sobresalen y le hacen divertido e interesante, con un toque de rusticidad fantástico.
Los vinos de Amandi me parecen los más suaves y agradables de la Ribeira Sacra, y este es un fantástico ejemplo de Mencía, joven, expresiva y con personalidad.