Revista Cocina

L'Artisan-Furansu Kitchen

Por Capitan_rabano @pardeguindillas

A veces, un restaurante con un menú del día a un precio competitivo esconde muchas virtudes que lo hacen realmente imprescindible. Ese es el caso de L'artisan-Furansu Kitchen


L'Artisan-Furansu Kitchen restaurante en Madrid

(*) La nota final es un promedio de todas las variables con excepción de "Experiencia"


Lo siento, pero la entrada de hoy requiere una pequeña introducción.
¿Qué buscamos en un restaurante?. Podemos hablar de cocina, producto, servicio, precio y mil y una cosas más, pero, en general, buscamos en un restaurante lo mismo que cuando vamos al cine a ver una película y no es otra cosa que el hecho de que corresponda a nuestras expectativas. 
Esto puede parecer una perogrullada, de hecho lo es, pero también es una verdad y así, cuando un restaurante supera con holgura tus expectativas hablarás bien de él, por muy objetivo que pretendas ser.
Esta semana, el pasado martes, paseábamos por Madrid a la hora de la comida después de acudir a un evento en el Mercado de San Antón. Cruzamos la Carrera de San Jerónimo y caminando por la calle Ventura de la Vega, nos sorprendió la cantidad de restaurantes "pintones" que vimos y es que hacía ya tiempo que no pasábamos por la zona.
De entre ellos, nos llamó la atención uno que tenía una puerta pequeña, un nombre curioso e imposible de recordar y aires de estética malasañera con postureo incluido. Vamos, algo que no precisamente nos llamaba a nada especial, pero a veces, la intuición hace su trabajo y Pendiente de Diagnosticar estaba convencida de que aquel pequeño local ocultaba grandes sorpresas.
L'Artisan-Furansu Kitchen restaurante en Madrid

El local:
Dividido en dos plantas, cuenta con dos e incluso tres ambientes muy diferenciados.
En la planta superior, a nivel de calle, una barra con el tamaño justo, nos comienza a mostrar sus tesoros en forma de interesantísima carta de vinos, en la que destacan los vinos de Madrid (¡por fin!) y los vinos franceses a precios muy contenidos (sí, es posible beber un borgoñés por copas sin morir sableado).
Al fondo de esta planta se encuentra la cocina "a la vista" y entre ella y la barra un pasillo/salón para comer muy en ambiente "japo" minimalista. De hecho las mesas están vestidas con palillos en la cubertería, aunque no sean necesarios en muchos de sus platos.
Si vas despistado y llegas a la hora de comer y te vas sin haber bajado al sótano, te perderás otro de sus tesoros en forma de antigua carbonera (hay que ver el encanto que desprenden estos espacios tan habituales en ésta zona de Madrid, algunos tan emblemáticos como el de La Coquette).
L'Artisan-Furansu Kitchen restaurante en Madrid

L'Artisan-Furansu Kitchen restaurante en Madrid

Y es que L'artisan-furansu kitchen no sólo tiene un nombre largo escrito en tres idiomas, sino que tiene múltiples personalidades, mayoritariamente franco-japonesas y por tanto, el cliente puede elegir un ambiente más íntimo y "bistrotiano" en el sótano o un ambiente más japonés en la planta superior.
La cocina:
Aquí queríamos llegar... quizá estés pensando que se trata de otro espacio con "cocina fusión", muy en la línea emprendida ya hace mucho tiempo por chefs como Chicote y, no, no es eso. Se trata más bien de una doble personalidad en la que ambos elementos conviven y tienen su propio espacio diferenciado, de modo que puedas dsifrutar de una cocina de influencias francesas o puramente japonesas. Vamos, que si te quieres zampar un magret al más puro estilo galo y a tu novia le apetece mucho más entrenarse con los palillos y un buen maki, es el lugar indicado.
Pero es que hay más, hay mucho más.
Hay un menú del día a un precio de 14€ que parece imbatible por imaginativo, por calidad, por tamaño de raciones (ojo con esto, los platos son muy abundantes), por variado... en fin. Nos conquistó de pleno.

L'Artisan-Furansu Kitchen restaurante en Madrid

Maki de boquerones


L'Artisan-Furansu Kitchen restaurante en Madrid

Magret de pato con coles de bruselas


La carta:
Llena de aires clásicos y ambientes conocidos, proporciona múltiples opciones para disfrutar con todo tipo de compañías.
Algunos platos sorprenden por sus ingredientes, que no por su técnica y hay espacio para otras influencias que se expresan a través de platos como el ceviche.
Francamente recomendable la carta de vinos. Con muchas referencias originales, cercanas, sorprendentes, clásicas... ¡aquí todo el mundo encuentra su vino!. Hay vinos franceses, vinos de Madrid, de las pujantes garnachas de Avila o asentados vinos del Bierzo.
El servicio:
Amable, rápido, joven, entendido, profesional, desenfadado... ¿sigo?.
El precio:
Dificilmente superable en su combinación: localización, cocina, servicio, producto... realmente bueno y ya, si hablamos de la hora de la comida y su menú, me parece imbatible.
L'Artisan-Furansu Kitchen restaurante en Madrid

Coclusión:
Volvemos a la introducción:
¿Puede ser que nuestra experiencia superase ampliamente nuestras expectativas y por eso dejó tan buen sabor de boca?. Puede y puede, vistos los comentarios emitidos por cronistas muy respetados por mí mismo, que no andemos desencaminados y este local se convierta en un imprescindible del barrio de Las Cortes, la Carrera de San Jerónimo o Las Huertas, porque lo que soy yo, me niego a llamar al barrio que conocí como colegial, la cursilada-pedante-proguiri de "Barrio de las letras"... ¿de qué letras?... amos que....
L'Artisan-Furansu Kitchen

En fin, que os recomendamos encarecidamente que os deis una vuelta, porque este proyecto merece la pena. Esto es cosmopolita de verdad, sin aritificios. No en vano, al frente del negocio hay cuatro profesionales de la hostelería (Stephan Shoji, Gohei Kishi, Javier Alonso y Gisela Herrera), dos de ellos con raíces francesas y japonesas que tienen un negocio en Madrid en un barrio poblado de turistas a escasos metros de algunos de los mejores hoteles de la ciudad.

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